Según los datos de la última Encuesta de Población Activa, España llevaba 97 trimestres sin estar por debajo de los tres millones de autónomos, cosa que ha dejado de suceder y los últimos datos arrojaban la cifra de 2.969.000 trabajadores autónomos, un descenso de 33.200 con respecto al trimestre anterior.
La cifra más alta registrada por la EPA corresponde al III trimestre de 2007 cuando se contabilizaban 3.633.100 trabajadores autónomos en España. Cuatro años después, el número se ha reducido en 664.100 activos que han dejado de crear empleo. Para UPTA España esto es un nuevo jarro de agua fría para la reactivación de la economía. Por otra parte, las previsiones para el último trimestre del año siguen siendo negativas, pese al efecto de las Navidades, por lo que se podría cerrar el año superando la cifra de los cinco millones de trabajadores en paro y el consabido descenso de los autónomos y empleadores en nuestro país.
UPTA España espera que más allá del proceso electoral que ahora estamos viviendo, los principales Partidos Políticos sean capaces de llegar a acuerdos y trasladar mensajes positivos a la opinión pública que permitan recuperar algo de confianza en el futuro y de esta forma evitar un cierre acelerado de negocios y actividades económicas.
La existencia de menos empleadores potenciales condiciona la evolución del resto del mercado de trabajo y limita la capacidad de crecimiento económico del país. Por ello, UPTA España pedirá al nuevo Gobierno que salga elegido de las urnas el próximo 20 de noviembre que las políticas activas “contemplen incentivos para las primeras contrataciones de los autónomos. Sólo de esta manera estaremos ayudando a consolidar proyectos empresariales y dinamizando la entrada al mercado de trabajo de las personas en situación de desempleo”, asegura Sebastián Reyna, secretario general de UPTA España.
Otras de las medidas que la organización pedirá al nuevo Gobierno es la bonificación de las cuotas a la Seguridad Social de los jóvenes que acceden por primera vez al trabajo autónomo durante al menos 12 meses, continuando con una reducción del 30% los dieciocho meses posteriores al del comienzo de la actividad.
UPTA España considera que la bonificación o reducción de cuotas a la Seguridad Social para los autónomos jóvenes debe ser la máxima con respecto a la establecida en el sistema para la contratación en general. “No es justo que se beneficie más un empresario que contrata a un joven por cuenta ajena que el mismo joven si ejerce una actividad por cuenta propia”, explica Reyna.