Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria Europeas (EuroChambres), las pymes pueden jugar un renovado e importante papel en la dinamización de las relaciones entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea, considerando el significativo peso que estas firmas tienen en la actividad económica de los países de ambas regiones.
Esta es una de las conclusiones del documento, financiado por el Programa AL-INVEST, Cómo mejorar la competitividad de las pymes en la Unión Europea y América Latina y el Caribe presentado por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, y Arnaldo Abruzzini, Secretario General de EUROCHAMBRES, durante la IV Cumbre Empresarial CELAC-UE realizada Santiago de Chile el sábado pasado en el marco de la I Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE).
Según indicó Bárcena, “urge una mayor articulación de las políticas públicas y las acciones del sector privado para romper el círculo vicioso que limita el desempeño de las pymes. En el marco de la profundización de las relaciones CELAC-UE, las pymes están llamadas a ser jugadores estratégicos en el desarrollo inclusivo de los países en ambas regiones”.
Por su parte, Arnaldo Abruzzini dijo que “no es posible el crecimiento y la creación de empleos en Europa o América Latina sin las pequeñas empresas. Por ello, aumentar su competitividad asegurando su exitosa internacionalización es un desafío clave, pero también una oportunidad para que la Unión Europea y América Latina definan instrumentos concretos que promuevan la relación estratégica birregional. Una efectiva red de organizaciones de apoyo empresarial en ambas regiones es vital para alcanzar estos objetivos”.
El documento, que recoge las visiones de cerca de 50 líderes empresariales y de opinión latinoamericanos y europeos entrevistados en diciembre de 2012, busca estimular la discusión entre las máximas autoridades políticas y empresariales de la Unión Europea y de América Latina y el Caribe sobre el rol de las pymes en las economías domésticas y el apoyo que requieren para superar su mayor limitación: la brecha de productividad respecto a las grandes empresas.
Las pymes de la Unión Europea y de América Latina y el Caribe tienen muchas características comunes: se estima que representan cerca del 99% del total de firmas y que emplean a 67% de todos los trabajadores. También evidencian menor productividad y contribución al producto interno bruto (PIB) que las empresas de mayor tamaño y tienen una limitada participación en las exportaciones.
Según constatan la CEPAL y EuroChambres, “los empresarios de ambas regiones identifican cuatro áreas interrelacionadas de políticas de apoyo necesarias para disminuir la brecha de productividad entre las pymes y las grandes empresas: innovación para el fortalecimiento de capacidades productivas y gerenciales, acceso a mercados, articulación productiva y cooperación empresarial, y acceso al financiamiento”.
Respecto a los obstáculos que dificultan la internacionalización de las pymes, los empresarios mencionan, en la misma línea, la falta de información sobre mercados y oportunidades de negocios, la escasa integración tanto vertical (en cadenas de valor) como horizontal (cooperación y asociatividad con sus pares), la carencia de los recursos humanos necesarios para la gestión de estos procesos, y problemas de financiamiento.
En todos estos ámbitos “es preciso llevar adelante acciones coordinadas y conjuntas de organismos públicos y privados, que tengan continuidad en el tiempo y que incorporen la dimensión local, regional y territorial”, se plantea en el documento.
Para los próximos años, los empresarios también coinciden en que las acciones prioritarias para fomentar la cooperación entre empresas de ambas regiones deberían implementarse en campos como las energías renovables, las tecnologías limpias y la biotecnología, considerando las nuevas tendencias de la economía mundial y la especialización productiva y tecnología de América Latina y la Unión Europea.
Finalmente, el informe indica la “necesidad de avanzar en la producción de información cuantitativa relevante, homogénea y comparable sobre las características y desempeño de las pymes en América Latina y el Caribe, así como mejorar la visibilidad y difusión de las acciones, programas y políticas de apoyo a estas firmas”, lo cual implicaría, por ejemplo, la creación de un observatorio de buenas prácticas.