Las empresas están compitiendo en un entorno que evoluciona constantemente, es por eso que ante esta situación la clave es una buena estrategia de gestión y retención del talento, y por lo tanto, también será clave analizar las necesidades de cada compañía. En este sentido, las empresas españolas lideran el ranking europeo con un 62,5% de empresas que saben cuál es el talento que necesitan atraer a largo plazo, siendo la media europea un 59,3%. Teniendo en cuenta la falta de perfiles y de talento en la que nos encontramos la pregunta es ¿dónde pueden encontrar las empresas a estos candidatos?
Sorprendentemente, un estudio realizado por SD Worx, refleja que aun estando en un contexto en el que no se encuentra perfiles adecuados, las empresas prefieren buscar talento externo, aunque seguramente haya personal perfectamente capacitado en la propia empresa: Un 46% de empresas españolas apuestan por cubrir las vacantes con talento externo mientras que solo un 20% prefiere formar y apostar por el talento interno. Junto con España, las más propensas a atraer talento externo son Noruega, Francia y Polonia. En el otro extremo del espectro, Finlandia lidera el desarrollo del talento interno (34%), seguida de los Países Bajos, Dinamarca y Croacia (33% cada uno) y Austria y Suiza (32% cada uno).
Por supuesto, no hay nada negativo en esta dinámica; las ideas y perspectivas aportadas por los recién llegados suelen ser sumamente valiosas. No obstante, las organizaciones que no fomentan el avance de sus empleados a veces dejan escapar la oportunidad de aprovechar plenamente el potencial interno en la guerra por el talento. Algo que llama la atención es que las empresas que apuestan por la contratación de talento externo priorizan la actitud y el potencial (43%) frente a los talentos y la formación específica para el puesto (23%).
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La movilidad interna es la asignatura pendiente
Un tercio de las empresas tiene dificultades para trasladar a sus empleados a otros puestos dentro de la propia empresa. Francia es el país con más dificultades (43%), seguida de Bélgica, Suecia, Noruega y Finlandia (39%) y, por último, Italia (37%). En España, en cambio el porcentaje es algo menor (33%), pero la situación en general nos puede ayudar a entender qué hay cierta reticencia a la movilidad interna. Para el 41,8% de los directivos españoles esto no es una opción en cuanto a sus empleados, y la media europea es similar con un 42,4%.
Lo que llama la atención es que si analizamos el punto de vista de los propios empleados la dinámica es similar: solo un 13,3% de los empleados españoles querría cambiar de puesto dentro de su misma empresa frente a un 70% que no. De hecho, España es uno de los países que lidera el ranking en este sentido junto a Bélgica (74%), Países Bajos (70,6%).
¿Tienen las empresas en cuenta el potencial de sus empleados?
Todavía hay un gran desconocimiento sobre las trayectorias profesionales que los empleados realmente quieren explorar. En las empresas europeas, sólo el 43% de los empleados sabe a qué puesto puede ascender y cómo debe abordarlo. Sin embargo, en el caso de España la situación es algo mejor: un 61% de los empleados son conscientes de hacia dónde pueden evolucionar dentro de su propia empresa.
Job Crafting: una tendencia al alza
No cabe duda de que existe un clima de aprendizaje positivo. Dos de cada tres empleados europeos aprenden cosas nuevas en el trabajo a diario, y la mitad de las empresas europeas fomentan el job crafting, que permite adaptar el contenido del puesto a los talentos y preferencias de los empleados. Por lo que respecta a los empleados españoles, un 63.1% afirma que aprende constantemente en el trabajo, mientras que un 49% de las empresas permiten el job crafting (frente al 48,6% de media europea).
Sin embargo, aún hay margen de mejora. Sólo uno de cada tres empleados europeos indica que tiene suficientes oportunidades de pasar a otros puestos o departamentos de la organización. En España, llama la atención que los empleados afirman tener más oportunidades de promociones y ascensos (29%) que respecto a la movilidad interna (24%).