El día 1 de diciembre finaliza el plazo para que más de 25.000 pymes pongan en marcha el obligado canal de denuncias a disposición de sus trabajadores. A partir de esta fecha, la Inspección podrá sancionar a los negocios que no la hayan incorporado este mecanismo en su actividad diaria.
Este nuevo canal servirá para recibir y gestionar las denuncias sobre “cualquier irregularidad que afecte al ámbito laboral” por parte de empleados, personal en prácticas o, incluso, autónomos que trabajen con el negocio. Además, los antiguos trabajadores podrán denunciar mediante este sistema cualquier infracción administrativa o penal que les afecte a ellos u otros trabajadores.
Esta medida puede ser considerada como una nueva piedra en el zapato para las pequeñas y medianas empresas, que, por si no fueran suficientes las dificultades de mantener un negocio en los tiempos que corren, se ven obligadas a realizar esta inversión extraordinaria para cumplir con los requisitos legales y evitar exponerse a multas que pueden situarse entre los 300.000 y el 1.000.000 de euros.
El hecho es que, el carácter obligatorio de esta medida, provoca que la mejor forma que tiene la empresa para adaptarse a ella sea viéndola como una oportunidad para mejorar la comunicación interna y el control del negocio. El canal de denuncias ayuda a promover la transparencia, consolidar una cultura organizativa sólida, afianzar la relación con los empleados y garantizar la confianza de actores externos. Y, a diferencia de lo que algunos puedan pensar, existen formas para adaptarse a la ley a costes relativamente bajos.
Partiendo de la base de que la empresa realice todas sus actividades de manera lícita, el canal de denuncias contribuye a cultivar un ambiente laboral saludable en el que se valora y protege las personas honestas. El trabajador es consciente de que su compañía cumple con la ley, pero además tiene la seguridad de que, ante cualquier problema delicado, puede notificarlo de manera anónima, segura y que será solucionado sin ningún tipo de represalias contra él. De este modo, puede sentirse partícipe del correcto devenir de la empresa e implicarse aún más en su desarrollo.
Esta seguridad y la demostración de que los valores de la compañía se alinean con los del empleado permite aumentar en gran medida su compromiso. Según un estudio de Steeple, éste es el principal factor por el que las empresas desarrollan su estrategia de comunicación interna con un 33%, seguido de la mejora del bienestar de los trabajadores, que es el objetivo final del 27% de ellas. Por todo ello, supone una oportunidad ideal para lograr alcanzar esta meta.
Tras comprobar sus beneficios, el canal de denuncias también puede ser aprovechado como un primer paso hacia una mejora de la comunicación interna general de la compañía. Ésta tiene muchas vertientes entre las que destaca el animar a los trabajadores a compartir su día a día, sus ideas, las dudas, las sugerencias de mejora de los procesos. Incluso logra resolver problemas internos con otros compañeros, managers o promover iniciativas que aumentan el nivel de satisfacción general.
La integración de este tipo de soluciones en el día a día de la compañía será valorada positivamente por la plantilla, no solo por la oportunidad de mejora que supone, sino también porque la compañía demuestra que está dispuesta a abordar de manera proactiva cualquier tipo de problema y se legitima ante los empleados apostando por la búsqueda de su bienestar.
Pero este canal no solo ayudará a mejorar el clima interno, sino que supone una demostración a los inversores externos, clientes y proveedores de que la pyme en cuestión cumple con los requisitos y normativas legales. Ello genera un clima de confianza que puede traducirse en una mejor relación con los clientes e, incluso, mejores resultados empresariales.
En definitiva, el canal de denuncias anónimo, como tantas otras situaciones en la vida de una empresa, resulta positivo o negativo según la perspectiva desde la que se analice. En este caso, y teniendo en cuenta la gran cantidad de situaciones intangibles que puede llegar a solventar la implementación de este nuevo canal y la seguridad que transmitimos al empleado, solo cabe tomarlo con positivismo.
Una medida necesaria que, de otro modo jamás llegaría debido a que siempre “existen otras prioridades” pero que ayudará al desarrollo óptimo de la empresa y que ejercerá como una medida más de control del buen funcionamiento del negocio, lo que es un camino indispensable para el éxito. Por todo ello, no se debe ver el canal de denuncias como una piedra en el zapato, sino más bien como una oportunidad para tener una mayor confianza en el funcionamiento del negocio.