La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) celebra el día 1 de mayo la conmemoración de todos los modelos y sistemas de trabajo, incluido el trabajo por cuenta propia o autónomo, que ejercen cientos de millones de trabajadores en todo el mundo.
En España, dos millones de trabajadores ejercen su actividad de forma independiente, sin trabajadores asalariados a su cargo y hace sólo unos diez años consiguieron llegar a disfrutar determinados niveles de protección social, “que hoy vuelven a estar en peligro al ponerse en duda ciertos ámbitos del Estado Social que les afectan de forma directa”, explica el secretario general de UPTA, Sebastián Reyna.
En la Unión Europea son más de 27 millones los autónomos sin asalariados que no cuentan con un estatuto jurídico común, lo que les expulsa del sistema europeo de protección y reconocimiento de sus derechos sociales. “Los trabajadores autónomos europeos no participan en el Diálogo Social ni tienen una representación reconocida en los estamentos comunitarios”, apuntan desde la Organización.
En el ámbito internacional no se cuenta con una estadística “mínimamente fiable” del peso que tiene el trabajo autónomo. La Organización Internacional del Trabajo estima que aproximadamente “quinientos millones de personas en todo el territorio mundial que desarrollan actividades económicas independientes no sujetas al derecho del trabajo”. Actividades que están más cerca de la economía informal que del trabajo propiamente dicho.
Este Primero de Mayo, UPTA quiere hacer un llamamiento para los trabajadores independientes encuentren un sistema asociativo propiosolidario con el resto de los modelos laborales, “para que se avance en sus conquistas sociales que hoy, todavía en muchos países, están muy lejos de las que se alcanzaron tras los primeros movimientos reivindicativos surgidos en el entorno de esta fecha. Los Gobiernos deben respetar y reconocer estos sistemas asociativos específicos”.
UPTA también aprovecha la celebración del Primero de Mayo de 2013 para recordar la necesidad de que los pasos dados en años anteriores en nuestro país para reconocer los derechos de los trabajadores autónomos, y unos niveles mínimos de protección social, “deben mantenerse en estos momentos de dificultad económica, y no puede darse ningún paso atrás en el mantenimiento de los derechos ya consolidados por nuestro colectivo”, concluye Sebastián Reyna.