En el primer trimestre de 2012, según los estudios realizados por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) a partir de los datos del Registro de la Seguridad Social, el número de mujeres que ejercían una actividad por cuenta propia era de 1.045.637, frente a un total de mujeres trabajadoras de 7.768.553. Lo que representa el 13.5% del total, porcentaje prácticamente idéntico al del primer trimestre de 2010, por lo que a pesar de la crisis, el número relativo de mujeres emprendedoras se ha mantenido en estos dos años.
Con respecto al Régimen General de las trabajadoras asalariadas la evolución ha sido aun más positiva. En términos interanuales, en el I trimestre de 2012 con respecto al mismo periodo del año 2011 la disminución entre las mujeres autónomas ha sido escasamente de 0,33%, frente a una caída en el Régimen General del 1,23%.
El 46% del total de las trabajadoras autónomas se encuentra en la franja de edad que va de 25 a 45 años, este resultado es producto de la mayor incorporación de autónomas jóvenes en los años anteriores a la crisis. Sin embargo, las dificultades económicas están haciendo mella principalmente entre las emprendedoras más jóvenes, que con mayores dificultades mantienen sus negocios. Así, también en términos interanuales, con respecto al I trimestre de 2011, la disminución acumulada en las mujeres autónomas entre 20 a 34 años ha sido del 10,30 %, mientras que entre la mujeres entre 50 y 64 años la caída ha sido tan solo del 1,82%.
Esta última situación hace que desde UPTA se vea con especial preocupación“la poca estabilidad que en la actualidad tienen los negocios regentados por la mujeres más jóvenes y la poco incorporación que se está produciendo de nuevas emprendedoras, a pesar de que su evolución es mejor que entre los hombres autónomos y que entre las trabajadoras asalariadas”.
Según Sebastián Reyna, secretario general de UPTA, “este es un potencial que no se puede perder”. Durante años las mujeres recuperaron su presencia entre los trabajadores autónomos y su estabilidad ha demostrado una capacidad de aguante incluso superior a otros colectivos, “pero sufrimos una fuerte crisis de emprendimiento entre las mujeres ante la incertidumbre económica y la falta de impulso”.
UPTA considera que” todas las medidas que se implanten para el estímulo de la iniciativa económica tienen que priorizar como beneficiarias a las mujeres más jóvenes, ya que está en ellas la base de un nuevo desarrollo del emprendimiento en nuestro país”, señala el secretario general de la Organización.