El buen clima laboral es como las relaciones personales duraderas, se trabaja y se cuida. Partiendo de esta premisa –que muchos empresarios olvidan- los beneficios productivos para su pyme están garantizados.
En este sentido, si usted permanece recluido en su despacho colgado perennemente del teléfono, no estará en disposición de conocer y manejar el clima laboral de su pyme y por ende detentar una de las llaves de la productividad de su compañía. La relación, no sólo con usted que lidera la empresa, sino entre sus propios empleados se antoja como una de las piedras angulares de toda buena gestión y estrategia empresarial.
Podría establecerse un símil deportivo con el vestuario de un equipo. Si cada jugador hace la guerra por su cuenta, si el entrenador no cuenta con el respeto de su plantilla… seguramente se acaben por perder demasiados partidos. El caso de derrota, el emprendedor debe preguntarse ¿hay mal ambiente en el equipo porque hemos perdido el partido? O ¿hemos perdido el partido porque hay mal ambiente en el equipo?
En cualquier caso, el mal ambiente laboral provoca siempre un descenso del rendimiento del empleado. Al contrario, un entorno de trabajo agradable impulsa las ganas de alcanzar el éxito para toda la tripulación de su pyme.
Alcanzar un buen clima laboral responde a un compromiso de todos, no sólo de los directivos aunque huelga decir que éstos tienen mayor capacidad para destruirlo. Los jefes y empleados tóxicos son completamente contraproducentes. Déspotas y expertos en el escaqueo: detéctelos y sáquelos de su empresa. Y tenga en cuenta como jefe que en estos tiempos utilizar el látigo sólo generará trabajadores quemados que se fugarán de su pyme.
Asimismo no abrace utopías idílicas. El clima laboral perfecto no existe.
Nunca llueve a gusto de todos.