La Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo ha cifrado entre 2,5 y 4,8 euros el retorno de inversión que se obtiene aplicando mecanismos de protección y fomento de la salud.
La implantación en el ámbito laboral de programas saludables pueden generar una serie importante de beneficios para las empresas, al tiempo que facilitan su implantación, independientemente del tipo de empresa de la que se trate y como complemento de las obligaciones derivadas de la Ley de Prevención en Riesgos Laborales.
Un plantilla de trabajadores sanos y motivados, con mayor implicación y compromiso hacia la empresa y, por tanto, más productivos. Otra ventajas son la retención y captación de talento y la mejora de la imagen corporativa.
¿Cómo? Creando campañas de salud, vacunación o emprendimientos contra el consumo de tabaco o el sedentarismo, además de fomentar estilos de vida saludable y promocionar una alimentación equilibrada. Algo tan sencillo como comprar fruta para los empleados y dejarla en la cocina para su consumo puede revertirse en muchas ventajas.
