Al igual que su empresa matriz, las 40 personas que componen la plantilla de HPE Aruba se confinaron en sus hogares para poder seguir siendo operativa. Según relata José Tormo, Director Regional de Aruba para el Sur de Europa, “la primera decisión fue cancelar todos los eventos con clientes y partners, con el objetivo de preservar la seguridad e integridad de nuestro ecosistema”. La multiplicación exponencial del teletrabajo es un hecho que valora el directivo, que todavía no tiene una fecha definida para la ‘vuelta a la nueva normalidad’, y en cualquier caso “será gradual por porcentaje de empleados”. La operativa de Aruba se mueve a través de herramientas corporativas colaborativas y de videoconferencia, como Teams y Zoom.
¿Cuál va a ser el posicionamiento de HPE Aruba en la etapa postcovid? La respuesta es meridiana: “Fundamentalmente va a ser apoyar a nuestros partners y nuestros clientes. Es una etapa que se va a caracterizar por la falta de liquidez y, al mismo tiempo, nuestros clientes van a tener que acelerar su proceso de transformación digital para poder ser más competitivos”. Hay que recordar que HPE ha puesto en marcha un programa de financiación dotado de 2.000 millones de dólares para asegurar la continuidad de negocio y ayudarle a los clientes en ese camino. “Al mismo tiempo, en Aruba seguimos apostando por las soluciones ‘as a service’ y para ello seguimos trabajando en la transformación de todo nuestro portfolio y de nuestro canal para que puedan ofrecer servicios gestionados”, puntualiza el directivo.
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Demanda de soluciones de movilidad
El cambio de escenario también ha supuesto en un cambio en la demanda que se ha concentrado en las soluciones basadas en movilidad y, entre ellas, las basadas en infraestructura wifi. “Durante las últimas semanas hemos tenido mucho trabajo con todas las comunidades autónomas y consejerías de sanidad para dotar de infraestructuras críticas a hospitales, hospitales de campaña y hoteles medicalizados”. La firma ha desplegado entre 50 y 60 infraestructuras. Otras de las aplicaciones que se han demandado más han sido las de teletrabajo. Al principio de la pandemia, muchas empresas empezaron a buscar herramientas de contingencia para que los empleados desde casa pudieran acceder a los recursos corporativos y esto basado en dos tecnologías: escritorio remoto y VPN.
“Estas soluciones han mostrado ser muy útiles pues se ha demostrado que mejoran la productividad de los empleados, reducen los costes de las empresas, disminuyen la contaminación y porque ayudan a la conciliación familiar”, enumera el responsable de Aruba. Estas cuatro razones son las que hacen pensar de que una situación de contingencia hay que subvertirla en una situación más permanente o para todos los empleados o para una parte de ellos.
Teletrabajo permanente
“Cuando conviertes una solución de contingencia en una solución permanente, la tecnología adquirida al principio ya no es suficiente”, sentencia el directivo. “Aunque te conectes con tu empresa de una forma segura con las soluciones VPN y desde escritorio remoto, al hacerlo desde una localización insegura como es el domicilio del empleado, lo que se hace es abrir un agujero por el que los ciberatacantes pueden penetrar en la empresa”. Y es que aunque las redes VPN son soluciones seguras, los empleados se conectan a ellas a través de un sistema wifi que comparten padres e hijos, y sin una política de contraseñas conveniente, lo cual genera muchas dudas.
Tormo da por seguro de que desde el momento en que el teletrabajo se convierta en una herramienta permanente, el foco de ataque pasará de la empresa a los teletrabajadores. En este sentido, “en Aruba disponemos de una solución de un dispositivo wifi que colocamos en el domicilio del empleado traemos la red corporativa con todas sus políticas. Por lo que el empleado en vez de conectarse a la wifi familiar se conecta a la red wifi de la empresa, de la misma forma que si estuviera allí”.
“El teletrabajo no tiene que ser esclavitud sino optimización para la mejora del rendimiento y permitir la conciliación familiar”
El director regional llama la atención sobre un punto del que apenas se habla en los medios: la desconexión digital: “Hay que habilitar herramientas que permitan a la gente desconectar de una forma centralizada, que la empresa defina horarios y que sea el sistema el que controle el tiempo de trabajo. “El teletrabajo no tiene que ser esclavitud sino optimización para la mejora del rendimiento y permitir la conciliación familiar”, argumenta. En esta línea, HPE Aruba ha creado una guía para ayudar a sus clientes a la hora de definir una solución de teletrabajo.
Salud en la oficina
Otro aspecto que inquieta a los responsables de las compañías estriba en cómo asegurar la integridad y la salud de los empleados a medida que se va produciendo el retorno a los lugares de trabajo. El directivo constata esta tendencia y propone encontrar la solución con ayuda de la infraestructura wifi corporativa. “Para ello, nuestra infraestructura wifi es capaz de leer o’ trackear’ a todos los usuarios que se están moviendo por su entorno, almacenar con quién han estado en contacto y por dónde se han desplazado, y a través de una app que desarrollan nuestros partners, en el caso de que algún empleado resulte infectado, automáticamente se comunica a todos los dispositivos de los usuarios que han estado en contacto con él. De tal forma, que pueden acudir a hacerse la prueba de si están conectados. Se puede mandar a RRHH el mapa por donde el empleado afectado se ha ido moviendo por la empresa”. Y todo ello protegiendo la intimidad de las personas afectadas.
En cualquier caso este regreso a la ‘normalidad’ no va ser fáciles para muchos sectores de actividad. Los principales clientes de Aruba son el sector retail, banca y finanzas, sanidad y educación, que abarca colegios de Castilla La Mancha o Galicia y más de 20 universidades de todo el país.