La Covid-19 digitaliza a la pequeña empresa familiar

A lo largo de los últimos meses, muchos españoles hemos buscado en Internet restaurantes con servicio de comida a domicilio, ópticas con agenda de cita previa o fruterías abiertas cerca de casa

Publicado el 29 Jul 2020

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Quizás por eso que dicen los chinos, de que crisis es igual a oportunidad, la pandemia de covid19 (coronavirus) que actualmente soportamos, ha hecho que la Red de Redes se convierta en la tabla de supervivencia para miles de empresas familiares, la inmensa mayoría de ellas pequeños comercios.

A lo largo de los últimos meses, muchos españoles hemos buscado en Internet restaurantes con servicio de comida a domicilio, ópticas con agenda de cita previa o fruterías abiertas cerca de casa. Nacida en Marbella (Málaga), Mercedes Barrachina, es ingeniera en telecomunicaciones y CEO de Offerfy, una plataforma digital que busca acercar el pequeño comercio a los clientes haciéndoles llegar sus ofertas. En opinión de esta emprendedora “el uso de las nuevas tecnologías por el pequeño comercio continúa siendo una barrera, aún por superar. Muchos de estos negocios, situadas en la categoría de empresas familiares, ni siquiera tienen página web. Tampoco están en redes sociales o han pensado en abrir algún tipo de comunicación directa, digital, con sus potenciales clientes”.

Actualizar la información, corregir errores

Para la fundadora de Offerfy, tener en cuenta estos dos elementos es esencial para que una empresa pueda convertir en dinero su presencia en Internet “a las pequeñas empresas, cada día les es más difícil llegar a sus clientes a través de los canales tradicionales. Por esta razón, para sacarle partido al dinero, trabajo y tiempo que, empresas familiares y autónomos invierten en Internet, tienen que buscar canales que les permitan gestionar la información que quieren hacer llegar a sus potenciales compradores. Hablo de horarios de atención al público o servicios que dan. Incluso, en la coyuntura de la actual pandemia, no estaría de más, en el caso de las pequeñas tiendas de barrio, informar sobre las dimensiones del espacio físico la tienda. Así, quien se interese por pasarse por el negocio podrá gestionar su visita conociendo, previamente, aspectos como el aforo permitido”.

Atreverse a más

Según el Instituto de Empresa Familiar, en España existen 1,1 millón de empresas familiares, lo que representa un 80% del total. Son, la mayoría de ellos, negocios con una personalidad propia, con estilos y métodos distintos de afrontar temas como financiación, captación de talento, planificación de la sucesión… y también en lo relativo a materias como innovación o digitalización. Teniendo en cuenta los retos, necesidades y, también, oportunidades, de la era digital, los empresarios reconocen la importancia de digitalizarse, pero algunos expertos subrayan falta determinación para hacerlo. Por ahora, y según un reciente estudio del Instituto de Empresa Familiar, tan solo un 35% de los directivos de las empresas familiares han desarrollado una estrategia digital clara para sus empresas. Fernando Vázquez es actual socio responsable de Deloitte. Para este directivo “aún son demasiadas las empresas familiares españolas que, en España, deben adaptarse al ecosistema digital. No haberlo hecho todavía les impide aprovechar las numerosas ventajas derivadas de la innovación. Sin duda que la adaptación de los negocios, a las nuevas tecnologías, es uno de los principales retos a afrontar”.

Por dónde empezar a digitalizar

¿Mi empresa necesita tener una página web? ¿Puede mi producto o servicio venderse a través de Internet? ¿Necesito estar en redes sociales para incrementar mis ventas? Iván Manzano, experto en ayudar a pequeñas empresas en su proceso de digitalización, ha escuchado muchas veces hacerse este tipo de preguntas a empresarios que se están planteando digitalizar sus negocios. Sin embargo, para Manzano, en casos así, lo correcto sería “valorar qué objetivos se persiguen a través de la digitalización; diagnosticar que procesos internos se pueden automatizar; implicar a los trabajadores, ofreciéndoles responsabilidades vinculadas al proceso de digitalización; diseñar un plan de acción, con un presupuesto definido, que permita afrontar la digitalización sin sorpresas financieras y de acuerdo con las necesidades temporales; y, por último, medir e interpretar los resultados del proceso de digitalización”.

Mercedes Barrachina lo tiene claro “una estrategia digital adecuada permite al pequeño comercio la personalización, el conocimiento del cliente y la interacción con el mismo, además de la atención directa y la interpretación de sus necesidades”. O digitalizar o echar el cierre del negocio familiar… para no volver a subirlo.

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Redacción TICPymes

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