Las fusiones continúan acaparando el ecosistema de la banca. A pesar de estar propiciadas por los tipos de interés negativo y la baja rentabilidad de estas entidades. Ahora, BBVA y Sabadell han puesto sus cartas sobre la mesa y, aunque la fusión no ha llegado a consolidarse, esto hubiera supuesto que, según los últimos datos de sus resultados, se convertirían en el segundo grupo más grande por volumen de activos por detrás de CaixaBank y Bankia.
Paralelamente, muchas de las principales entidades tradicionales han subido su cuota de comisiones. Entre ellas, ING, reconocido por ser el banco “sin comisiones”, Santander o BBVA. Esta montaña rusa de cambios constantes ha derivado en que los usuarios se planteen cómo afecta esto a su situación, en un contexto marcado por EREs, ERTEs y una inminente crisis económica. Aunque las condiciones y productos ofrecidos por sus entidades no varíen en un futuro próximo, porque ahora mismo no son prioridad para los bancos, cuando la situación llegue a estabilizarse, los clientes podrían ver modificaciones que afectarían principalmente a las condiciones de los productos contratados (nuevo aumento de comisiones, nuevos términos de contratación, etc.). A pesar de que las entidades deben avisar con al menos dos meses de antelación ante posibles modificaciones, por si los usuarios quisieran cambiarse de banco, las alternativas tampoco son mucho mejores. Los usuarios buscan ahorro económico, flexibilidad, un servicio rápido a la par que transparente, accesible 100 % online con el fin de evitar largas colas y desplazamientos a una oficina bancaria y el papeleo. Añadido a esto, un servicio al cliente que sea resolutivo y atienda sus necesidades concretas de forma rápida.
Es por esto por lo que los usuarios, sobre todo aquellos que han decidido emprender ante la situación en la que nos encontramos, buscan un servicio que les permita materializar su idea sin tener que pasar por un sinfín de trabas burocráticas. Estas conllevan pérdida de tiempo y una gestión financiera nula. Así, los neobancos se están posicionando como la alternativa perfecta a la banca tradicional, en concreto, Qonto dirigido a empresas y autónomos permite a estos poner en piloto automático la gestión de sus finanzas para que puedan centrarse en hacer crecer su negocio.
Según un estudio de la compañía sobre la Radiografía de las Pymes, Startups y Banca en España, los principales motivos para cambiarse de banco pasarían por seguridad, sencillez y transparencia. Ante esto es lógico que casi la mitad de las pymes se hayan planteado cambiarse de banco al no estar del todo satisfechos del servicio que reciben. De este porcentaje, más de un 28 % reconoce que otras entidades pueden ofrecer lo que realmente necesita su empresa. Además, casi un 70 % afirma que se pasaría a un neobanco, ya que considera que puede ofrecerle alternativas a los servicios y productos tradicionales que pueden ser de interés para la empresa; también porque gracias a su servicio 100 % es más sencilla la gestión de las finanzas.
“La banca tradicional ha evolucionado, sin embargo, no es capaz de hacer frente a las necesidades actuales de los usuarios que han cambiado como consecuencia también de la pandemia. Los neobancos lejos de ser enemigos de estas entidades buscan, a través de la tecnología, poder llegar a dar un servicio óptimo aprovechando su capacidad para ofrecer calidad, rapidez, transparencia y seguridad, entre otros”, afirma Carles Marcos i Guàrdia, Country Manager de Qonto en España. “Desde Qonto, nos centramos especialmente en las empresas y autónomos, que han estado muy desatendidos en nuestro país. Nuestro reto diario es seguir mejorando para que descubran en primera persona los beneficios que nuestra herramienta puede ofrecerles; siempre priorizando sus necesidades y escuchándolos para que puedan despreocuparse de la gestión financiera y centrarse en retomar su actividad”, concluye.