Jornadas de trabajo interminables, horarios indefinidos, sueldo variables… Este es el panorama generalizado con el que se encuentran la mayoría de trabajadores autónomos en la actualidad pero, ¿qué es lo que realmente les quita el sueño?
Desde la empresa española Declarando.esapuntan que los trámites burocráticos se convierten en la cuestión que más les preocupa, con especial énfasis en los impuestos. En el momento en el que se trabaja por cuenta propia se trabaja directamente para Hacienda, gestionándoles el cobro de un IVA que no es suyo, y que posteriormente habrá que devolver. El hecho de tener la obligación de rellenar varios formularios trimestrales, junto a los resúmenes anuales también se suma a la lista de inquietudes que conllevan horas de trabajo perdidas o, en su defecto, la contratación de un gestor para que lo lleve a cabo.
“En España se calcula una economía sumergida de alrededor de un 20% pero, aunque parezca increíble, muchísimas inspecciones de Hacienda no se derivan de intentos de fraude, sino de errores en la confección de los impuestos o erróneas interpretaciones de la ley”, comenta Marta Zaragozá, asesora fiscal y CEO en Declarando. La normativa fiscal no sólo es extremadamente compleja, sino que además cambia continuamente con cada uno de los gobiernos. “A eso hay que sumarle que tenemos 17 comunidades autónomas con impuestos parcialmente cedidos que complican aún más la situación”, dice Zaragozá.
La mayoría de ocasiones se tiende a pensar que la actividad del autónomo no tiene ninguna dificultad impositiva pero lo cierto es que en una economía globalizada como la actual el error más simple puede tener consecuencias graves, como por ejemplo, operaciones con proveedores de fuera de España, compras de vehículos o mobiliario, cobros en efectivo y un largo etc.
Por todo ello, desde la compañía Declarando comentan que no sólo hay que preocuparse por cumplir con las obligaciones tributarias, sino que hay que hacerlo correctamente. Iniciativas como la aplicación online desarrollada por la compañía permiten presentar los impuestos sin conocimientos fiscales y de manera gratuita, pagando sólo por servicios de valor añadido.
