El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se reunió el día 16 de junio con las organizaciones empresariales (CEOE-Cepyme) y las de autónomos (ATA y UPTA), para tratar las líneas generales de la futura reforma fiscal que, previsiblemente, aprobará el Consejo de Ministros el viernes día 20 del mismo mes.
Según Montoro, ”la reducción de la presión fiscal servirá de acicate al consumo de las familias, porque tendrá más dinero para gastarse lo que a su vez resultará beneficioso para el comercio, la hostelería y otros servicios”.
Entre los aspectos que más destaca la reforma se encuentra la de un nuevo IRPF, que tendrá cinco tramos frente a los siete actuales, de forma que, en dos fases, entre 2015 y 2016, se revertirá el recargo aprobado al comienzo de la legislatura e incluso la rebaja irá más allá, en tanto los contribuyentes de menos de 12.000 euros dejarán de pagar el tributo. Sobre el impuesto de Sociedades, el tipo normal del tributo que grava sus beneficios empresariales bajará del 30% al 25% y se suprimirán bonificaciones.
Por otra parte, el régimen de módulos, al que se acogen unos 600.000 autónomos, se limitará a aquellos pequeños empresarios cuyos alicientes sean consumidores finales Por otra parte, no habrá subida del IVA, pese a que fue una recomendación del Informe Lagares, de Bruselas y delFMI. El tipo general del impuesto se mantendrá el 21% y no habrá reclasificación de productos. El Gobierno sólo aplicará una sentencia europea que obliga a elevar del 0% al 21% el IVAde productos sanitarios, al margen de medicamentos y aquellos destinados a tratar y paliar enfermedades de minusválidos.