Febrero ha terminado con un balance positivo de 3.459 trabajadores autónomos más en los registros de la Seguridad Social. De las altas registradas, 880 eran de inmigrantes (25,44%). ESegún la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) “esta tendencia demuestra que el colectivo de inmigrantes sigue manteniendo un alto nivel de emprendimiento y resistencia a la crisis a pesar de todas las condiciones en contra, entre ellas las de las dificultades para acceder al permiso de trabajo por cuenta propia”.
Cataluña sigue siendo la Comunidad que cuenta con un mayor número de autónomos de otras nacionalidades con 49.079; seguida de Madrid, 38.054, y Valencia, 30.578. Y en las tres Comunidades el número ha aumentado en este mes de febrero.
Por sectores, la actividad elegida preferentemente por los extranjeros que han puesto en marcha negocios es el comercio, un 31,37%, seguida por la hostelería con un 19,51% y en tercer lugar la actividad que hasta hace poco tiempo era la mayoritaria, construcción, que ya sólo cuenta con el 11,31% de los activos. En febrero con respecto a enero ha decrecido moderadamente el transporte.
Las personas de nacionalidad china siguen siendo las que eligen mayoritariamente el régimen de autónomos para su actividad laboral, siendo ya 42.531, 5.795 más que en febrero de 2013 y 36 más que el pasado mes de enero. El segundo colectivo es el rumano con 24.629 activos.
Para Eduardo Abad, coordinador del Área de Inmigración de UPTA, “esta evolución positiva confirma la tendencia que se viene observando en los últimos meses, que el trabajo autónomo es una buena salida para el colectivo inmigrante, a pesar del poco reconocimiento que la sociedad en general, y la Administración Pública en particular, les da”.
Por eso desde UPTA piden al Gobierno que con urgencia “intensifique una actitud positiva de las administraciones públicas para fomentar y facilitar el emprendimiento entre la población inmigrante”.
“Cada vez se ponen más trabas para la concesión de los permisos de trabajo por cuenta propia, especialmente para las personas que lo solicitan a través de la demostración del arraigo social. Con ello se está perdiendo posibilidad de aumentar la actividad económica y sólo se fomenta el crecimiento de la economía sumergida”, concluye Abad Sabarís.