Salvo el bache del pasado mes de agosto, los inmigrantes apuestan por el trabajo autónomo para tratar de salir de la crisis. Ya en septiembre volvieron a recuperar la senda del crecimiento y en octubre estabilizaron sus números. Las cifras arrojan un saldo negativo de 66 autónomos menos que en septiembre, dejando la cifra total de autónomos inmigrantes registrados en la Seguridad Social en 217.125. Este dato contrasta con el descenso en el mes de octubre de casi 33.000 inmigrantes que trabajan por cuenta ajena en nuestro país.
Al igual que en el pasado mes, la Comunidad de Madrid sigue incrementando la afiliación de autónomos extranjeros y tras el ascenso de 358 en octubre, ya suma en los últimos dos meses 512 activos netos nuevos. En el lado contrario está Baleares, que ya en septiembre perdió 101 afiliados extranjeros, y ahora se deja 606.
Por sectores de actividad, en el último mes la construcción ha perdido 49 afiliados extranjeros y la hostelería ha descendido en 650, debido a la finalización de la temporada estival. Por su parte, el comercio pierde 156, y el transporte sube en 96 afiliados. El 50% de los inmigrantes dados de alta como autónomos en la Seguridad Social se dedican a la hostelería (20’53%) y al comercio (30’34%).
Los chinos siguen liderando la afiliación y suman ya 39.110, lo que representa un incremento de 209 activos más que en septiembre. Esto que supone el 18% del total de inmigrantes dados de alta en el RETA. Los que también han aumentado la afiliación este mes son los ciudadanos rumanos, que aunque están más concentrados en el ámbito de la construcción, en septiembre han sumado 207 afiliados.
UPTA España ha pedido al Gobierno que con urgencia “intensifique una actitud positiva de las administraciones públicas para fomentar y facilitar el emprendimiento entre la población inmigrante”, asegura Eduardo Abad Sabarís, coordinador nacional del Área de Inmigración de la Organización, ya que cada vez se ponen más trabas para la concesión de los permisos de trabajo por cuenta propia, especialmente para las personas que lo solicitan a través de la demostración del arraigo social. “Con ello se está perdiendo posibilidad de aumentar la actividad económica y sólo se fomenta el crecimiento de la economía sumergida“.
Desde el Área de Inmigración de UPTA recuerdan la necesidad de promocionar las acciones de asistencia técnica y formación de este colectivo, ya que parece que se presenta como el más preparado para producir una reacción en la creación del trabajo autónomo que permitiera tomar una senda de crecimiento en la segunda mitad del año.
Por otra parte, parece imprescindible flexibilizar las condiciones para acceder al permiso de trabajo por cuenta propia para los inmigrantes no comunitarios. Para Sebastián Reyna, secretario general de UPTA, parece un contrasentido que se flexibilice el permiso de residencia para los extranjeros que pueden hacer fuertes inversiones inmobiliarias “y que se siga siendo tan restrictivo con los ciudadanos no comunitarios que aspiran a generar empleo y riqueza en nuestro país”.