Las reformas que se pretenden establecer tocan varios de los puntos más controvertidos y que hasta ahora limitaban o coartaban, por estrictos, la intención de algunas personas de emprender; o inquietaban a aquellos que ya habían empezado su andadura. Son 6 las modificaciones más esperadas por este colectivo de trabajadores:
Por un lado, lo que se refiere al IVA de Caja, protagoniza una de las medidas fiscales más esperadas, ya que actualmente obliga al empresario a adelantar la cantidad correspondiente en el momento de la emisión de la factura. Lo que pretende la nueva Ley es que este importe se abone a Hacienda en el momento en que el empresario realiza el cobro y no antes. El colectivo autónomo, por su parte, ve en esta medida algo muy positivo, aunque considera que si finalmente se va a establecer como plazo máximo de pago de este impuesto el 31 de diciembre, plazo en el que el cliente pudo o no pudo haber abonado la factura, el problema seguiría siendo el mismo.
Las sociedades, por su parte, también saldrán beneficiadas de esta reforma. Nace, así, la Sociedad Limitada de Formación Sucesiva. Si bien, hasta ahora, el empresario autónomo debía aportar un capital social inicial de 3.000 euros, con esta modificación sólo se aportará dicho capital cuando el empresario consiga ingresar, gracias a su negocio, esa cantidad. Inmediatamente pasaría a constituirse como Sociedad Limitada.
Pero surge una duda al respecto. Y es que, como afirma Olga Martín Carretón, asesora al emprendedor de la Unidad de Creación de empresas de la Universidad de Valladolid, “si la cantidad mínima para iniciar una actividad es, en realidad, una cantidad bastante baja, y ahora se elimina su obligatoriedad pudiendo iniciarse un negocio con un euro, me pregunto cómo van a hacer frente, los miembros del colectivo de emprendedores, a los gastos iniciales de una actividad económica hasta que puedan empezar a facturar y a cobrar”.
Y es que montar un negocio no está exento de riesgos, ya que se dejan al descubierto todos los bienes patrimoniales. Sin embargo, la intención de la nueva Ley de Emprendedores es reducir dichos riesgos hasta el punto de que se limitará la responsabilidad, un desahogo para muchos autónomos, ya que hasta los 300.000 euros habrá exención de responder con todo el patrimonio personal ante las posibles deudas.
También saldrán beneficiados con la nueva Ley los empresarios que se encuentren en una situación de pluriactividad, es decir, que compaginen su actividad como autónomo con un trabajo por cuenta ajena, ya que la cotización a la Seguridad Social será menor, puesto que actualmente se abona la cuantía total de autónomo sumada a la cotización en régimen general de su trabajo por cuenta ajena. Con esta modificación se prevé un aumento en las altas de personas en este sistema que, a día de hoy y por el coste que supone, no lo hacen.
El último punto fuerte de la nueva Ley de Emprendedores tratará de fomentar la cultura emprendedora en las universidades. El único fin es que los alumnos maduren valorando esta idea como opción real a través de un profesorado formado en materia de emprendimiento. Se intentará, así, que los jóvenes no engrosen las listas del paro.
Con todo, y como asegura Álvaro P. Villanueva, abogado mercantil del despacho NEGOTIA, del mismo modo que la nueva Ley resulta altamente interesante para pymes, autónomos y emprendedores, “la idea es ayudar a que salgan adelante los empresarios pertenecientes a este colectivo, pero de una manera lógica, descartando la idea de que todo el mundo puede emprender. Así, en un futuro no existirán muchas personas que, habiéndolo apostado todo en un mundo para el que no estaban preparados, se encuentren, de repente, con un negocio en quiebra y todo lo que ello supone”.