El incremento de cinco décimas del IPC en agosto, dejando la cifra en el 2,7%, sigue presentando un mal escenario con dos actores de excepción, el escaso crecimiento y la restricción en el consumo interno. Este estancamiento impide la recuperación del crecimiento del empleo y supone una nueva losa para los trabajadores autónomos, “añadida a la que ya tenían encima por la situación de la falta de crédito, la alta morosidad interempresarial, la subida del IVA y la obligación de adelantar estas liquidaciones”, asegura el secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos, Sebastián Reyna.
Según la Organización, estos datos amenazan con reducir aún más el consumo familiar, “por lo que parece inevitable la caída de otros muchos autónomos que tendrán que abandonar su actividad”. Toda esta situación se verá agravada durante este mes con la finalización de la temporada de rebajas, donde los precios volverán a incrementarse y con ellos el IPC. “La capacidad de consumo de los hogares españoles es cada vez menor, por lo que el crecimiento de nuestra economía es también menor, y con ello difícilmente se puede crear empleo”, advierte Reyna.
Sólo una recuperación de los niveles de consumo interno “podría ayudarnos a salir de esta situación de deterioro”, pero ésta es una previsión difícil, puesto que el aumento del IVA afectará negativamente en el coste de los productos y servicios y las entidades bancarias siguen con las restricciones del crédito a las familias y a los autónomos”, concluye Reyna.