El 1 de Febrero de 2016 concluye el plazo para que los anticipios de crédito y recibos procesados por el subsistema de efectos adapten su formato nacional a los instrumentos SEPA (Single Euro Payment Area) cuyo funcionamiento es uniforme en toda Europa y permite que los ciudadanos europeos pueden realizar pagos en cualquier país SEPA en las mismas condiciones de servicio que en su mercado nacional. En este sentido, su aplicación ha permitido que las transacciones sean más agiles, más rápidas y sencillas al aplicarse tarifas de índole similar entre todos los implicados. Aunque la normativa SEPA entró en vigor el 1 de febrero de 2014, el Comité Nacional de Pagos del Banco de España solicitó una exención temporal de los denominados productos nicho para minimizar así el impacto de la migración.
Hasta hoy los bancos han seguido aceptado de forma habitual al formato N19. Muchas pymes no han asumido aún el cambio definitivo y el tiempo apremia.
Así lo explica Isabel Pomar, directora comercial y de marketing de Datisa, uno de los principales desarrolladores de software de gestión empresarial para pymes en España: “a partir del uno de febrero de 2016 las entidades bancarias no admitirán ni ficheros planos ni ficheros que transformen CCC a IBAN. Por lo tanto, desde esa fecha, tampoco se podrán utilizar ni los anticipos de crédito ni los recibos, aunque, como alternativa, se deja la puerta abierta a la disposición de otros productos de financiación. Si hablamos de formatos, se deberán abandonar los formatos planos en beneficio del XML y creo, que es en este punto, en el que los proveedores de software deberán ayudar para garantizar que los sistemas funcionen correctamente.”
A partir del 1 de febrero de 2016 los bancos sólo aceptarán aquellos formatos que se ajusten a la norma ISO 20022 XML.
Si usted cuenta no obstante con un ERP avanzado no debería preocuparse. Se adaptaron incluso antes de la imposición normativa a la nueva realidad SEPA. Si tiene su aplicativo de gestión debidamente actualizado no debería tener problemas
