Tenemos a la vuelta de la esquina un nuevo año y, con él, los mismos propósitos de siempre. Como sabemos que lo de apuntarse al gimnasio en enero es para dejarlo (como tarde) en abril y, que lo de comer mejor y beber menos tampoco va a ser posible en los primeros días de 2019, es preferible aprovechar estos días para reflexionar de manera profesional acerca de cómo ofrecer más valor a nuestros clientes y adaptarnos a sus nuevas necesidades. Esto precisamente se consigue a través del diseño de modelos de negocio.
Aquí un decálogo con los 10 propósitos que los expertos en innovación de modelos de negocio de IGENERIS han elaborado para que detectes qué cosas se están haciendo bien en tu empresa y cuáles deberían empezar a cambiar en cuanto vuelvas a la oficina.
1. Dejar de obsesionarse con la solución y centrarse en el problema
Partimos de la base de que el cliente tiene que estar en el centro y que toda solución que ideemos tiene que resolver su necesidad. Pero, ¿qué pasa si en la práctica, nuestra solución no funciona? No es una decisión fácil. La clave es que recordemos que lo importante no es nuestra solución, sino el problema.
2. No diseñar como si el usuario fueses tú
Por ejemplo, nos puede parecer obvio que lo más conveniente para un determinado target es recibir un servicio a domicilio; pero quizás este posible cliente no está preparado para recibir a extraños en su casa o, simplemente, percibe más seguridad en un centro especializado, aunque suponga desplazarse. ¿Qué hacer entonces? Ofrecer siempre la mejor solución para el cliente final, no la que nosotros elegiríamos en su situación.
3. Dejar de buscar la perfección
Dicen los que saben de esto que good enough is usually good enough. Y ojo, que esto no significa lanzar productos o servicios malos. Simplemente, no esperaremos a que el producto esté completamente terminado para pedir a los clientes que nos den su feedback. No merece la pena retrasar el lanzamiento para tener un producto “perfecto”: cuanto antes lancemos, antes aplicaremos los cambios necesarios y antes aprenderemos.
4. No infravalorar los “juguetes”
A veces, tendemos a subestimar el poder de transformación asociado a una tecnología o a un producto concreto y lo identificamos como algo de nicho, para los más puestos en el tema, o para los que siempre están probando cosas nuevas. Sin embargo, alguno de esos productos podría cambiar radicalmente el statu quo. Así que abre los ojos y la mente en 2019 y apuesta por la proactividad a la hora de diseñar modelos de negocio en torno a estos juguetitos.
5. Hacer autocrítica: ¿puede que el enemigo seamos nosotros?
Solemos tachar a gigantes como Amazon o Uber, e incluso a cualquier startup, como “el enemigo” sin darnos cuenta de que, en la mayoría de ocasiones, el peligro viene de dentro. Cuando la empresa pone obstáculos a la innovación, se está preparando inevitablemente para quedarse estancada. Moraleja: hay que perder el miedo a innovar y equivocarse.
6. No obsesionarse con ser el primero
“Pero eso ya existe”, ¿quién no ha escuchado esta frase alguna vez? Es una de las excusas más comunes para no tirarse a la piscina y montar algo que merezca la pena. No importa si no eres el primero, lo que importa es que seas el mejor. Tatúatelo si hace falta este 2019.
7. Ofrecer alternativas más sostenibles: servitización
En contraposición al consumo compulsivo de productos, queremos potenciar la servitización de la oferta, es decir, ofrecer una experiencia completa, de forma que el cliente accede a los productos de manera completamente diferente. ¿Por qué? Porque eso promueve un consumo más sostenible para la empresa, el consumidor y, por supuesto, para el planeta.
8. Decir NO a los clientes si es necesario
Es cierto que da un poco de vértigo, pero la realidad es que a veces el cliente no tiene razón. Decir que no pone en valor nuestro trabajo y nos permite ofrecer soluciones que de verdad sean factibles. Eso sí, afina el tacto para decirlo de la mejor manera posible.
9. No confiar en la suerte
Dicen que la suerte es lo que pasa cuando la preparación se encuentra con la oportunidad, así que no lo olvides y, en 2019, confía un poquito menos en la suerte y más en tu capacidad de dar respuesta a las necesidades reales de tu cliente. Te rentará más, seguro.
10. Dar al diseño la importancia que merece
Aunque en España las metodologías de diseño de negocios aún no están muy asentadas, son el presente y, sobre todo, el futuro. El diseño es mucho más que hacer cosas bonitas, es una habilidad indispensable en cualquier profesional que te ayudará, y mucho, a crecer. ¿Estás preparado?