Aproximadamente existen en España 1.000.000 de pymes entre aquellas que son escépticas y las que sin serlo no tienen interés en adoptar herramientas digitales que les proporcione la resiliencia digital que será imprescindible para sobrevivir. El hecho de que las pymes desarrollen la capacidad de adaptarse se convierte en una necesidad en un mundo tan conectado y con los constantes cambios del mercado en los precios de la energía, en las materias primas, los bloqueos de suministros, la subida del interés de préstamos, la incertidumbre económica, etc.
Actualmente hay más diversidad en los canales donde se pueden captar clientes y algunos solo se mueven en entornos digitales, también son más exigentes, los tiempos de respuesta deben ser más rápidos o incluso a tiempo real, los proveedores no son estables, la competencia es cada vez más eficiente, con ciclos evolutivos de mejora más cortos, proporcionando servicios más adaptados al mercado y pudiendo ajustar más precios. Y es que el principal caballo de batalla para acelerar la transformación digital de España siguen siendo estas pymes, que representan alrededor del 99,8% del tejido empresarial de nuestro país.
“Las pymes tienen que introducir mecanismos para ser resilientes, debemos estar preparados tanto para afrontar los cambios bruscos del mercado, como los que recientemente hemos tenido por la pandemia y ahora por la invasión rusa en Ucrania, como al cambio de era que estamos viviendo, acelerados por las posibilidades de las nuevas tecnologías, hábitos de los clientes y de la propia competencia. La transformación digital permite anticiparnos, nos ayuda tanto a convertir obstáculos en oportunidades como a mejorar la organización y procesos de la empresa, permitiéndonos tener más estabilidad, reducir costes, vivir mejor, conocer y dar mejor servicio a los clientes”, explica Isidoro López-Briones Santos, responsable de estrategias tecnológicas digitales de la empresa tecnológica GOWtech.
El Covid-19 se llevó por delante a 530.000 pymes en apenas medio año según un estudio realizado por el INE, mientras que otras empresas vieron su oportunidad en la pandemia como el ecommerce, que contó con un crecimiento superior al 20%. Por otro lado, existen cerca de 15.000 empresas españolas con relaciones comerciales de exportación o importación con Rusia y Ucrania, pero a todos nos afectan las consecuencias.
Lo cierto es que hay múltiples razones que justifican que el tejido empresarial español se digitalice: ganar clientes, reducir costes, mejorar el producto, ofrecer un mejor servicio y más personalizado, automatizar procesos, alcanzar nuevos mercados, en definitiva, ser más competitivo en un mundo globalizado. No obstante, según GOWtech: “La transformación digital es una evolución continua y un cambio de cultura de todos los empleados de la empresa, no la compra de un par de herramientas básicas”.
La alternativa para que este millón de pymes no se vean obligadas a desaparecer pasa, según Isidoro López-Briones Santos, por comenzar atendiendo al menos los siguientes puntos clave:
- Cambio de mentalidad, no se usa ni aprovecha las ventajas de la digitalización si no crees en ellas, como dice el refrán ‘no hay peor ciego que el que no quiere ver’
- Detectar las deficiencias, revisar los procesos donde se tenga más errores, retardos y desinformación para poder trabajar, tomar decisiones o atender correctamente al cliente o cliente potencial
- Reestructuración y digitalización de esos procesos.