En España, aumenta el emprendimiento naciente y disminuye la consolidación de la actividad emprendedora, según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2012, considerado el observatorio más importante sobre emprendimiento a nivel mundial.
La Universidad Nebrija, la Fundación Xavier de Salas, el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE-UCEIF) y la Red de Equipos Regionales de GEM España presentan esta tarde en la Fundación Rafael del Pino los resultados de este informe en España.
Se crean nuevos proyectos empresariales, pero no se consolidan
Alicia Coduras, directora de la Cátedra Nebrija en Fomento del Espíritu Emprendedor y Directora Técnica del Proyecto GEM España, ha explicado que la actividad naciente y la novel, que son las que se están poniendo en marcha y que han entrado más recientemente en el mercado, han registrado aumentos interanuales del 1,1% y del 9,34% respectivamente, “lo cual constituye la parte más positiva de la tasa total de actividad del 2012”. En cambio, la parte junior o en consolidación, ha sufrido una contracción del 34,5%, lo que se interpreta como “el resultado de una significativa mortandad de lo creado en los dos últimos años”. La consecuencia de esta prematura desaparición de actividades que estaban en consolidación, es la falta de relevos empresariales y de autónomos para el tejido empresarial español consolidado, que se refleja en la disminución de la tasa de actividades que superan la fase emprendedora de 3,5 años. Esta tasa se ha situado en un 8,74% habiendo sufrido una variación interanual negativa del 1,32%.
Disminuye la tasa de Actividad Emprendedora Total
La Actividad Emprendedora Total (TEA) registra una disminución del 2% entre los años 2011 y 2012 que, aunque muy moderada, no evitará una nueva contracción de la actividad consolidada en el año 2013, “pues no se han generado suficientes relevos como para cubrir el bache emprendedor derivado de la crisis”, explica Alicia Coduras.
Del total de actividad emprendedora, un 25,6% se ha generado por necesidad ante la falta de alternativas de empleo por cuenta ajena. Este porcentaje ha disminuido dos décimas con respecto al del año 2011, lo que indica que por el momento, se ha frenado la escalada de este tipo de emprendimiento. En España predomina el emprendimiento por oportunidad (72,3% del total en el 2012), pero la crisis ha tenido como efecto la duplicación de la parte generada por necesidad, evolución que se ha dado también en otros países de la Eurozona como Grecia, Irlanda o Portugal.
Sectorialmente
La actividad emprendedora del 2012 se ha distribuido sectorialmente de forma que un 52,2% son iniciativas orientadas al consumo, un 25,6% de servicios a otras empresas, un 18,4% de transformación o industriales y un 3,8% del sector extractivo o primario.
Otro rasgo positivo de la actividad emprendedora es que casi un 43% son iniciativas con empleados frente al 29,3% que hubo el año anterior. La dimensión de las empresas sigue siendo micro en la mayoría de los casos, pues sólo tiene 20 y más empleados el 0,8% del total de las que se hallan en esta fase.
Por otro lado, aumentan un 17,8% las empresas y negocios innovadores en producto o servicio, que representan un 19,2% del total. También se registra un aumento del 52% de las que se ponen en marcha en sectores medianamente o intensivamente tecnológicos y que representan un 9,9% del total. Asimismo, en el año 2012 ha aumentado la proporción de actividades emprendedoras que exportan más del 75% de su producción, cifra que se sitúa en un 6,9% del total frente al 3,7% estimado el año anterior.
Otras características de la actividad emprendedora han resultado menos favorecidas, como es el caso de las expectativas de crecimiento notable en el mercado, que disminuyen un 62% y que sólo se dan en el 1,8% de las iniciativas. Este resultado tiene un reflejo directo en la proporción de empresas que declaran no tener competencia y que se sitúa en un 13,5% del total frente al 16,3% del año 2011. Finalmente, la inversión en tecnologías de última generación (de menos de un año en el mercado), sufre una contracción del 15,5% y se da en un 12,5% de los casos.
La tasa de actividad emprendedora femenina es del 4% y la masculina del 7,3%. La primera ha sufrido una disminución interanual del 11,9% y la segunda un aumento del 4,4%. Por otro lado, la tasa de actividad de los jóvenes de 18 a 35 años de edad es del 6,47%, superior a la de los adultos de 36 a 64 años de edad que arroja una cifra del 5,28%.
Contribución del Emprendimiento extranjero
En cuanto al origen de los emprendedores, la contribución del emprendimiento extranjero a la TEA española muestra una disminución interanual del 8,42%. Tomando la TEA como 100%, la contribución española a la actividad emprendedora representa un 91,1% y la extranjera un 8,7%. El colectivo extranjero sigue siendo proporcionalmente más emprendedor que el español, con una TEA algo superior al 9% frente a la española del 5,5%, si bien, el de régimen general o inmigrante está acusando en mayor medida el escenario económico adverso.
El Informe GEM 2012 completa la descripción de la actividad emprendedora analizando su peso relativo en los ámbitos rural (municipios de hasta 5.000 habitantes) y urbano (municipios de más de 5.000 habitantes). La tasa de actividad del entorno rural es del 5,8% y la del urbano del 5,7%, algo inferior.
Disminuye la tasa de personas que vislumbran oportunidades
Los resultados del proceso emprendedor guardan una estrecha relación con el trasfondo cultural de la sociedad en que se producen, así como con el estado de las condiciones de entorno para emprender en el país. En este sentido, la población española ha visto mermada su capacidad de detectar oportunidades para emprender a lo largo de la crisis. Así, la tasa de personas que las vislumbran en el 2012 es del 13,9% de la población de 18-64 años, cuando en el 2007 era del 25%. La contracción del mercado y el clima económico adverso de los últimos años afectan a esta variable y a otras, como las que miden la proporción de población que conoce a otros emprendedores y el temor al fracaso como obstáculo para emprender. En el primer caso, el porcentaje obtenido en el 2012 es del 31,1% de la población y en el segundo del 47%. En cambio, el auto reconocimiento de estar en posesión de las habilidades, conocimiento y experiencia para emprender un pequeño negocio, se mantiene y alcanza al 50,4% de la población.
Crisis y emprendimiento
La crisis alienta la intención emprendedora, de forma que la tasa de personas que declaran tener el deseo de emprender en los próximos tres años no ha cesado de aumentar desde el año 2009. Actualmente, esta tasa se sitúa en un 12% de la población de 18-64 años, el valor más alto registrado desde el año 2000 en España. Sin embargo, la materialización de estas intenciones se viene produciendo de una forma muy condicionada por el clima económico. Así, el análisis de la actividad emprendedora española a lo largo del período 2000-2012, revela que a nuestro país le correspondería una tasa de actividad en torno al 8% con una tasa de desempleo inferior al 10%, mientras que tenemos una tasa de actividad del 5,7% con una tasa de desempleo algo superior al 25%. Por consiguiente, España está por debajo de su capacidad emprendedora a pesar de que una parte cada vez mayor de la población exprese su deseo de incorporarse al proceso empresarial.
Lafalta de crédito, retrae la actividad emprendedora
La financiación y el estado del mercado son dos de las condiciones más críticas para asumir el reto de emprender. La falta de crédito, una de las fuentes de financiación más utilizadas por el emprendedor, retrae la actividad y promueve una mayor intervención de la inversión informal por parte de familiares y otros allegados.
La tasa de población involucrada en este tipo de acción de apoyo no ha cesado de aumentar durante la crisis, y se sitúa en un 3,8%. Las cantidades medias que aportan los inversores informales son modestas: la más típica es de 3.000 euros y la mediana es de 6.000euros, como también lo son las necesidades de capital semilla que se sitúan en una mediana de 18.000€ y en un caso típico de 5.000 euros. La menor ambición de las iniciativas emprendedoras es un hecho y estas cantidades no han cesado de disminuir a lo largo de la crisis, pues en el año 2007 se situaban en 45.000 y en 30.000 euros respectivamente.
Condiciones del entorno para emprender
El diagnóstico proporcionado por los expertos entrevistados por GEM España acerca del estado de las principales condiciones de entorno para emprender es algo más optimista que el obtenido en el año anterior, si bien, tan sólo “aprueban” cuatro de diecisiete conceptos evaluados. Se trata de la infraestructura física y de servicios a empresas, de la predisposición de la población a consumir productos innovadores, del apoyo a la mujer emprendedora y de la accesibilidad a infraestructura comercial y profesional para gestión de negocios emprendedores. El resto de condiciones, tales como la financiación, las políticas y programas públicos, la educación y formación emprendedora, la transferencia de I+D, la apertura del mercado interno, las normas sociales y culturales y otras, no son aprobadas por los expertos. Las condiciones más críticas son la educación y formación emprendedora en la etapa escolar y la financiación.