Conocer mejor a los candidatos y hacer una selección objetiva se ha convertido en un gran reto para los procesos de selección de aceleradoras e incubadoras. La compenetración, el trabajo en equipo y el talento son unas de las principales causas del éxito en startups y se ha convertido en una cuestión fundamental a tener en cuenta para elegir los proyectos participantes.
En este nuevo escenario, Contrast X se ha convertido en una herramienta útil para que incubadoras y aceleradoras conozcan mejor a los candidatos y así, hacer una selección objetiva sin que interfieran factores externos. Gracias a la tecnología, los rasgos de personalidad de los candidatos que no se habían detectado con anterioridad, se conocerán desde el primer momento.
“Deep learning”
Esta tecnología desarrolla conjuntamente con la aceleradora un perfil de contraste con su algoritmo ADNe. A su vez, los candidatos únicamente tienen que rellenar un test psicogénico de 29 preguntas que no les ocupa más de dos minutos de su tiempo. El sistema Contrast X en ese momento genera un match entre el perfil contraste y el individuo facilitando un ranking por afinidad. Además, ofrece un informe del persotipo y de la intensidad de las competencias del individuo para la ayuda de la toma de decisiones.
“Nuestra prioridad es que nuestros clientes vean más allá de los horizontes para alcanzar su potencial global”, explica Elías Azulay, CEO de Contrast X. “La idea de negocio es sin duda fundamental, pero el equipo que lo forma será el factor decisivo para llegar al éxito”.
Al hacer el perfil conjuntamente la tecnología tiene en cuenta los valores, personalidad y objetivos de las aceleradoras para hacer el match perfecto con los candidatos a emprendedores. “Buscamos un incremento en motivación, rendimiento y productividad en beneficio de los clientes y de los emprendedores”, puntualizan desde Contrast X.
Aplicar la tecnología algorítmica y la inteligencia artificial en la selección de talento es solo el principio de un cambio en los recursos humanos, logrando así disminuir el burnout, incrementando el sentido de pertenencia de los integrantes de un equipo y su nivel de consistencia. Así mismo, conociendo las capacidades emocionales y cognitivas del talento se alcanza una mayor precisión en la definición de roles.