Tras un año y medio lleno de incertidumbre debido a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 parece que la economía global comienza a ver la luz al final del túnel. La pandemia ha golpeado con fuerza el mercado, pero quizás con especial virulencia a los pequeños y medianos empresarios que se han visto muchas veces ahogados. Sin embargo, si algo se pone de relieve es que la economía de mercado, como energía que es, ni se crea ni se destruye: se transforma.
Es por ello que, a continuación, les ofrecemos una serie de aspectos que una persona que se decide a emprender no puede perder de vista. Aspectos que van desde la clientela o el presupuesto hasta la elección de equipo o una cuenta nomina bancaria cuya utilidad, en este caso, trasciende lo exclusivamente empresarial pudiendo llegar a ser un factor a tener en cuenta en las finanzas personales.
Índice de temas
1. Estudio del mercado
Este primer punto quizás sea uno de los más importantes ya que acompañará al emprendedor desde el inicio de su carrera. Además, es de gran importancia hasta para las empresas más consolidadas en el mercado.
Resulta fundamental investigar las necesidades que la sociedad tiene para poder ofrecer una solución original. Esa solución es lo que se conoce como producto o servicio y es lo que tratamos de convertir en idea de negocio.
Pero sabemos que no basta un buen proyecto para mantener la rentabilidad de una empresa, es importante formarse constantemente así como no dejar de estudiar los cambios del mercado para poder redirigir el producto, el marketing o el branding.
2. Definición de objetivos
Si estudiamos el mercado, detectamos problemas y aportamos soluciones sólo queda elaborar una buena propuesta de venta con el objetivo de captar clientes e inversores. Además, para ello, será importante seleccionar un buen banco que te pueda respaldar ya sea abriendo una cuenta empresas o con un préstamo. En este sentido, es fundamental que exista versatilidad en los objetivos para poder adaptarse a los cambios del mercado.
3. La importancia del cliente.
En coherencia con los dos puntos anteriores, es importante saber a qué clientes van dirigidos los productos. Es por ello que la marca, así como todo el aparato de marketing y branding, el producto y su calidad debe estar dirigido a captar y fidelizar el mayor número de clientes.
4. Establecer un presupuesto
Tras realizar todo esto y haber elegido un buen banco, es importante separar a nivel jurídico la responsabilidad de la empresa de la del emprendedor, esto es, definirse jurídicamente. Esto ayudará también a encontrar financiación externa. Y entonces, hay que realizar presupuestos ambiciosos pero realistas.
5. Un equipo de trabajo de confianza, eficiente
Este punto es fundamental, además de hacerse con un equipo de trabajo de confianza y eficiente es importante que este esté en constante formación y actualización para que todas las labores de la empresa se realicen con la mayor eficacia que garantice la rentabilidad del negocio.
En conclusión, aunque parece que estamos viviendo una época de incertidumbre, lo cierto es que son tiempos también de grandes oportunidades y, como ya dijo el poeta: Audentes fortuna iuvat, esto es, la fortuna sonríe a los audaces.