La falta de motivación de los titulados y la escasa adaptación de la oferta formativa a las necesidades reales de las empresas son las principales carencias que observan los empresarios en la Formación Profesional Reglada. Así se pone de relieve en una encuesta, realizada por las Cámaras de Comercio, a 4.990 empresas de todos los tamaños, sectores y Comunidades Autónomas durante el pasado mes de octubre.
Según los datos del sondeo, la falta de motivación es señalada por un 34% de las empresas; el 28% indica que existen problemas de adaptación de los programas formativos a las necesidades empresariales y un 24% detecta carencias formativas básicas en los trabajadores titulados con FP.
A estos problemas, se añaden la dificultad para encontrar profesionales cualificados con titulaciones de FP (20% de las compañías consultadas señalan esta situación). La escasa importancia que las Administraciones dan a este tipo de enseñanza y la falta de prestigio social (17,8%) son otras de las insuficiencias percibidas.
En cuanto a la calificación global, las empresas valoran la Formación Profesional Reglada con un 5,6 en una escala de 0 a 10. Por sectores, comercio y hostelería-turismo son los que más estiman este tipo de enseñanza, con un 5,8, mientras que el sector industrial es el que menor valoración otorga, con un 5,1. Según el tamaño de la organización participante, las grandescorporaciones son las que mejor valoran la FP (6,3), mientras que las empresas de entre 10 a 49 empleados la califican con un 5,3.
Atendiendo a los datos obtenidos por sectores, son las empresas de hostelería-turismo las que en mayor proporción descubren falta de motivación de los titulados, mientras que el resto de los servicios (consultoría, transporte, etc.) y la industria son los sectores que consideran en un porcentaje más elevado que los programas formativos no se adaptan a los requerimientos de la empresa.
Más prácticas en empresas
Sobre las medidas que habría que adoptar para optimizarla FP, más de un 50% considera que aumentar las prácticas en empresasmejoraría el desempeño de los futuros trabajadores.
Un tercio de las empresas piensa que elevar el nivel de la formación técnica y dotar al profesorado de una formación continua que lo aproxime a la realidad empresarial podría ser beneficioso para su competitividad.
En cuanto al desarrollo de competencias no técnicas o transversales, casi un 22% considera importante impulsar las habilidades empresariales de los alumnos (idiomas, gestión de equipos, negociación), mientras que el 16,2% reforzaría los conocimientos relacionados con la cultura empresarial.
Las empresas de los sectores de comercio e industria son las que en mayor porcentaje consideran beneficioso incrementar las prácticas en empresas de los alumnos durante su periodo de formación (60%), mientras que elevar el nivel de la formación técnica es importante especialmente para las empresas industriales y de otros servicios.