Estrenamos nuevo año y con él, un año más, la temible cuesta de enero. Los gastos previos de las Navidades y los regalos de Reyes empiezan a pasar factura y no son pocos los que no saben cómo afrontarlos. Por este motivo, muchos recurren a fórmulas de financiación como los microcréditos o las tarjetas “revolving”.
En esta línea, desde Reclama Por Mí señalan cómo, durante las fechas Navideñas, las reclamaciones recibidas sobre este tipo de productos financieros se han incrementado notablemente.
Concretamente, del 20 de diciembre al 8 de enero, la plataforma ha recibido 136 reclamaciones por tarjetas “revolving” (casi un 25% más que en 2018) y 42 por microcréditos, un cifra que cuadruplica la registrada en las mismas fechas en el año anterior.
Una solución que puede salirnos muy cara y hacer que la temida cuesta de enero se alargue todo el año. Desde el bufete recuerdan cómo estas fórmulas financieras ya han sido consideradas usura en centenas de casos que la plataforma ya ha ganado en los tribunales.
“Intereses desorbitados, una deuda que, por mucho que se pague, siempre sigue creciendo, cero transparencia en las condiciones del préstamo… Tanto los microcréditos como las tarjetas “revolving” suponen una trampa muy peligrosa para el consumidor y es necesario concienciar a la sociedad”, afirma Javier Moyano, CEO de Reclama Por Mí.
Para ello, desde la plataforma especializada recuerdan los principales riesgos que se esconden tras estos productos:
1. Intereses muy por encima de los del mercado: 2, 3 y 4 veces superiores al interés medio de los créditos al consumo siendo habitualmente una TAE superior al 20%. En alguno de los casos recibidos y gestionados por ReclamaPor Mí en relación con reclamaciones de microcréditos como Vivus se han encontrado intereses del 2.333 % TAE.
2. Desinformación: Muchos de los afectados por las tarjetas “revolving” y los microcréditos afirman que no eran conscientes de los elevados intereses que tendrían que hacer frente debido a la falta de información a la hora de firmar el contrato. Actualmente continúan en una espiral de deudas convirtiéndolo casi en una deuda perpetua. Cuando además preguntan lo que les queda por pagar no hay respuesta o si la hay, ésta es confusa y no coincide con el tiempo que llevan pagando y la deuda que contrajeron. Tiempo que está abonando las cuotas sin tener respuesta clara.
3. Una deuda que nunca acaba: Ese es el denominador común del que se quejan la mayoría de los afectados por tarjetas “revolving”. Los abusivos intereses hacen que, por muchas mensualidades que se abonen del préstamo inicial, este siga y siga.
4. Acoso: Los afectados sufren una absoluta persecución por parte de la entidad que les ha concedido el préstamo si dejan de poder pagar. Algunos aseguraban que recibían constantes llamadas al día incluso a su trabajo o familiares indicando que debían dinero a la entidad. Muchos de ellos se niegan a pagar por no tener el dinero o pensar que con creces habían saldado su deuda.
5. Usura: A día de hoy el criterio de los jueces en su amplia mayoría está siendo favorable, de hecho en ciertos Juzgados de Primera y Segunda Instancia donde no daban la razón actualmente fallan a favor del cliente. Casi todas las Audiencias de España entre ellas: Madrid, Barcelona, Toledo, Tarragona, Bizkaia, Palma de Mallorca, León, Valladolid y Oviedo se han pronunciado acerca de las tarjetas “revolving” y los microcréditos y la respuesta es casi unánime; los préstamos con un TAE superior al 20% son usurarios y por lo tanto son nulos.
“Muchas veces, además, el afectado por este tipo de productos siente que está solo, que no puede salir de esta espiral. Y debe saber que no es así. Cada vez son más las personas que deciden reclamar las tarjetas “revolving” y, afortunadamente, cada vez son más las que consiguen acabar con la pesadilla. En Reclama Por Mí contamos con numerosas sentencias favorables por tarjetas “revolving” que les dan la razón, declaran ilegales las condiciones de dicha tarjeta y obligan a las entidades, en muchos casos, a devolver miles de euros a los afectados”, afirma Javier Moyano.