Tres de cada cuatro empresas pierden las bonificaciones para la formación

Cada año las empresas disponen de un crédito formativo para mejorar la competitividad a través del desarrollo de las capacidades y conocimientos de sus empleados

Publicado el 03 Jul 2017

Row of writing human hands

La formación bonificada es una herramienta para la mejora de los conocimientos y capacidades de los trabajadores que se financia a través de las cotizaciones a la seguridad social de las empresas y los propios trabajadores. Esta bolsa de dinero se reparte entre cada empresa en función del número de trabajadores y de lo aportado a través de las cotizaciones sociales. Pero no se trata de una asignación directa de dinero. La fórmula escogida para que las empresas utilicen estas ayudas es la bonificación. Que consiste en una reducción de los importes de la cotizaciones sociales equivalentes a los costes de la formación, con el tope que le corresponda y que se asigna previamente a cada empresa.

¿Por qué muchas empresas no lo utilizan?
En realidad las empresas que no utilizan la formación bonificada son las más pequeñas y la razón principal es el desconocimiento que, aún en el 2017, existe de esta herramienta para mejorar la productividad de la empresa. También, en menor medida, porque muchas pequeñas empresas no valoran correctamente el impacto de la formación continua de sus empleados en la actividad económica de la propia empresa. En cambio en el caso de las grandes empresas su uso es prácticamente del 100% ya que son muy conscientes de las necesidades de desarrollar al personal de forma que se puedan adaptar a los cambios y los nuevos retos que conlleva cualquier actividad económica en estos tiempos.

¿Qué cursos pueden realizar a través de la formación bonificada?
Hay que tener en cuenta que la formación bonificada es un intento, por parte de la administración, de potenciar a las empresas mejorando la competitividad y la eficiencia. Entendiendo que la formación continua juega un papel fundamental en estos objetivos, a imagen y semejanza de otros países de la Unión Europea, los cursos que se pueden realizar deben tener que ver con los ámbitos profesionales que la empresa y sus trabajadores necesitan desarrollar. Con una gran flexibilidad debido a que nadie mejor que la propia empresa y los trabajadores conocen las necesidades en su propio entorno laboral.

¿Cómo se calcula el importe del que dispone la empresa?
El importe que le corresponde a cada empresa dependerá de dos variables. El número de trabajadores y las cotizaciones realizadas en el periodo anterior. Hay un mínimo independientemente del número de trabajadores y lo que se haya cotizado el año anterior que es de 420€. Es decir que cada empresa, por pequeña que sea, tiene como mínimo 420€ para invertir en formación cada año. Esta cantidad se pierde al finalizar el año si no se usa, en ningún caso se acumula. Es, por tanto, una forma de calcular la ayuda que beneficia claramente a las empresas pequeñas que reciben mucho más de lo que aportan al sistema. Es una medida redistributiva con la intención de mejorar las posibilidades de las pequeñas empresas.

¿Dónde realizar cursos de formación bonificada?
Es importante saber que para poder recibir las ayudas en forma de bonificación se deberá realizar la formación a través de algún centro de formación acreditado y habilitado por la administración pública. Estos centros pueden realizar tanto formación presencial como formación online. Existen webs dedicadas a recopilar los cursos ofertados por estas empresas de formación. Cursos para trabajadores portal especializado con 7 años de experiencia en este tipo de oferta formativa cuenta con más de 2.000 cursos bonificados en todas las áreas profesionales.

Una oportunidad al alcance de todas las empresas sin importar su tamaño de mejorar su competitividad en el mercado y la rentabilidad final del negocio.

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

T
Redacción TICPymes

Artículos relacionados