Desde hace algunos meses hay un debate abierto en el ámbito empresarial acerca de las ventajas y riesgos potenciales de Windows 8, que promete ser el sistema ideal para aquellas empresas que buscan una mayor seguridad, capacidades táctiles y una nueva experiencia de usuario.
Ya sea para empresas de reciente creación o para negocios ya establecidos, la respuesta a la cuestión de dar el paso o no a la actualización de su sistema operativo puede variar en función de su tamaño o de cuáles sean sus planes de futuro. Estas son algunas consideraciones que las empresas deben tener en cuenta antes de plantearse cualquier cambio que requiera una inversión:
Negocios recién establecidos y Start-Ups
A medida que una empresa crece e incorpora nuevos empleados uno de los problemas a los que se enfrenta es a la elección de los dispositivos adecuados. Ante las limitaciones financieras, las demandas de los empleados de poder elegir sus propios dispositivos y las restricciones de soporte de TI, son cada vez más las empresas que están implementando soluciones “BYOD” (trae tu propio dispositivo). El reciente estudio elaborado por Dell e Intel (Evolving Workforce Study) descubrió que el 40% de los trabajadores de PYMES en Reino Unido pueden elegir el dispositivo con el que trabajan frente al 20% de los trabajadores de grandes empresas.
Pero pese a todos los beneficios que se derivan de las políticas de BYOD, la incorporación de dispositivos adicionales puede provocar que el personal acabe trabajando con un gran número de sistemas operativos diferentes. Esto puede llegar a afectar a la capacidad del empleado para trabajar de manera eficiente ya que es posible que sean incapaces de usar ciertas aplicaciones o documentos compartidos por incompatibilidades de los diferentes sistemas. Además, la seguridad de los datos, que es el alma de cualquier nuevo negocio, podría estar en peligro.
Windows 8 ofrece un acceso seguro a los datos empresariales y está diseñado para eliminar las barreras de compatibilidad entre sobremesas y tabletas, así que cualquier dispositivo que un empleado lleve a la oficina, puede funcionar de manera eficiente en un entorno con un único sistema. En Windows 7 las características de cifrado de datos como BitLocker sólo podían ser descargados por grandes empresas, mientras que la actualización a Windows 8 incluye de serie esas funciones, incluso en su gama más básica.
Empresas en desarrollo
Se puede considerar que las empresas que cuentan con más de 10 empleados ya han superado la etapa de arranque o de start-up y que han pasado a centrarse en la expansión de su base de clientes, en el desarrollo de nuevos servicios y en la gestión de sus empleados. Uno de los retos a los que se enfrentan las empresas en crecimiento es la gran flexibilidad que necesitan sus empleados, sobre todo si trabajan desde distintas ubicaciones.
Una de las nuevas características de Windows 8, es Windows-To-Go, una función que permite a los usuarios arrancar el sistema operativo desde un USB o un dispositivo de almacenamiento externo, lo que supone que los empleados pueden llevarse a casa o cualquier otro lugar su escritorio en un dispositivo USB extraíble. Al arrancar el sistema en cualquier otro PC, el usuario ve un reflejo de su escritorio, con acceso a la misma cuenta de Windows 8, las mismas aplicaciones y los mismos archivos.
Además, Windows 8 ha sido diseñado y orientado específicamente para los usuarios móviles y los dispositivos táctiles, como las tabletas, que se han convertido en auténticas herramientas de negocios. Este nivel de movilidad permite que los empleados de una empresa en crecimiento sean capaces de trabajar cuando y donde quieran.
Empresas medianas
Las pymes (de hasta 250 empleados) pueden encontrar más problemas para realizar la actualización a Windows 8, debido a la posible interrupción de las operaciones durante el despliegue. Sin embargo, Windows 8 conserva muchas de las características de Windows 7, para que los empleados no tengan problemas de adaptación a la nueva interfaz. Pese a ello, las sesiones de training y el soporte pueden jugar un papel importante a la hora de acelerar la transición.
Las empresas medianas pueden considerar la posibilidad de cambiar a Windows 8 por sus altos niveles de seguridad, de hecho es la versión más segura de Windows hasta la fecha. Windows 8 incluye protección anti-malware conectada al sistema mediante la tecnología Secure Boot, que está basada en Windows 7 protegiendo todos los dispositivos ante cualquier otro sistema operativo no autorizado y con protección adicional contra ataques previos al arranque.
Considerarlos beneficios a futuro
Antes de plantearse la actualización a Windows 8, es importante tener en cuenta, en primer lugar, cuáles son los beneficios tangibles derivados del cambio tanto en el momento actual como en el futuro. Una de las razones por las que las empresas pueden plantearse la actualización es que los días de Windows XP están contados, de hecho, en abril de 2014, Microsoft dejará de dar soporte al sistema operativo Windows XP y las empresas que sigan trabajando en entornos XP se expondrán a riesgos de seguridad y a problemas de soporte.
La migración a Windows 8 no es una decisión que cualquier empresa deba tomar a la ligera, y es recomendable dedicar el tiempo necesario para averiguar si Windows 8 puede ayudar a hacer crecer el negocio y aumentar la productividad. Windows 8 es un sistema operativo relativamente nuevo, así que habrá empresas que crean que es mejor esperar para estudiar más en profundidad cómo este sistema operativo puede beneficiar a su negocio. Sin embargo, para aquellas empresas que necesitan hacer las cosas de una manera diferente – ya sea trabajando en movilidad, con una plataforma dentro de la empresa o permitiendo a los empleados una mayor capacidad de elección de dispositivo para incrementar su productividad – Windows 8 puede ser la herramienta perfecta.
