La compañía establece cuatro fallos que no se deben cometer cuando una aplicación comienza a tener éxito.
1. Pensar que el crecimiento es universal: es importante analizar qué tipo de público ha descargado la aplicación, cuáles son sus características, su comportamiento dentro de la aplicación, cómo la utilizan y por qué, etc. Hay que tener en cuenta que una aplicación no impactará de igual forma en todo el mundo. Tras este análisis, hay que saber atender a las necesidades y preferencias de esos usuarios, contando que es posible que algunos segmentos de la audiencia abandonen la aplicación según se vaya perfeccionando.
2. Ignorar a los usuarios que abandonan la aplicación: hay que realizar un seguimiento de aquellos clientes que se han inscrito en el servicio, pero que no están activos. Para recuperar su confianza, es bueno informarles de las nuevas características que se agregan a la aplicación, notificarles qué amigos suyos se han unido al servicio y preguntarles por qué dejaron de usar la aplicación.
3. Asumir que todas las cuentas registradas pertenecen a personas humanas: desde que las aplicaciones comenzaron a generar cantidades de dinero importantes, también atrajeron la atención de spammers y estafadores. Es muy común que las aplicaciones se valoren según el tamaño de su audiencia, pero si cuando llega la hora de monetizar esa base de usuarios nos encontramos con un ejército de bots, comprobaremos que algo ha fallado en el camino. Para evitarlo, lo mejor es verificar a los usuarios en el mismo momento del registro. También es importante realizar una verificación a la hora de realizar cualquier actividad importante, como recuperar una contraseña, realizar transacciones financieras, etc.
4. Olvidar el LTV (Valor del Tiempo de Vida): el LTV o Valor de Tiempo de Vida indica cuánto dinero se gasta un usuario de media durante el tiempo que utiliza el servicio. Este indicativo es básico a la hora de monetizar una aplicación, ya que nos ayudará a descubrir cuánto se puede gastar una empresa en conseguir clientes sin que pierda dinero por ello. Además, le servirá como base para planificar futuras inversiones.
En muchas ocasiones, el éxito de una aplicación llega de forma repentina, por lo que es necesario estar preparado para aprovechar en la medida de lo posible ese impulso y ser capaz de atraer y conservar al mayor número de usuarios posible.
