Las necesidades tecnológicas que permiten a las empresas ser competitivas son cada vez mayores y alcanzan un espectro muy amplio que difícilmente se puede cubrir con un número limitado de recursos internos. Es cada vez más necesario disponer de nuevas capacidades y mantenerse al día en una tecnología que cambia a gran velocidad, y estas necesidades no siempre pueden ser cubiertas internamente. Por ejemplo, ¿es posible cubrir la presencia en redes sociales o desarrollar soluciones de movilidad en las compañías si disponemos de departamentos IT creados muchos años atrás y éstos no se han transformado y familiarizado con estas nuevas tecnologías?
Las organizaciones están destinadas a cambiar hacia unos procesos de trabajo mucho más flexibles que los actuales. Existe una clara tendencia a externalizar todos aquellos servicios que no formen parte de su negocio principal, y especialmente todos aquellos relativos a la tecnología, puesto que son los que requieren una implantación más rápida y los que confieren mayor eficiencia a las empresas. No es tan solo una cuestión de supervivencia, sino de aprovechar las oportunidades que la tecnología nos ofrece para mejorar la productividad y competitividad de nuestras compañías.
Los modelos de contratación serán cada vez más simples y flexibles, siendo algunos ejemplos los servicios SaaS (Software as a Service) o IaaS (Infrastructure as a Service) y la impresión a pago por copia. Este modelo se extiende hacia el desarrollo de servicios de marketing concretos, planes estratégicos, servicios de administración, servicios de RRHH y de personal, y por supuesto servicios de tecnología.
Este cambio desembocará en un nuevo paradigma de organización y de puesto de trabajo. La oficina como ubicación física irá desapareciendo, y los trabajadores estarán continuamente conectados a través de las tecnologías que permiten la movilidad en una red de trabajo muy dinámica. Se aprecian movimientos hacia este esquema: BYOD (Bring Your Own Device) o VDI (Virtual Desktop Infrastructure) son solo algunos ejemplos de estas tendencias orientadas a poner a disposición del profesional, desde cualquier lugar y en cualquier momento, las herramientas y documentos de trabajo necesarios.
En base a estas circunstancias, es razonable pronosticar que, en el futuro, el tamaño medio de las empresas en términos de empleados será inferior y cada vez más especializado. Del mismo modo, las empresas y sus empleados van a dedicarse exclusivamente a su actividad más nuclear, externalizando cualquier actividad de orden distinto. Así pues, estas organizaciones estarán compuestas por un talento superior y más concentrado, y funcionarán perfectamente con estructuras más planas y autónomas, donde desaparecerán las funciones de supervisores o coordinadores. Serán, por tanto, menos jerárquicas y más dinámicas en cuanto a la composición de equipos de trabajo.
Esta dinámica ya lleva algún tiempo desarrollándose en las grandes compañías, puesto que las grandes consultoras tecnológicas ya se han encargado de orientar a sus clientes hacia este nuevo modelo organizativo. No obstante, las pymes quizás no habían advertido todavía toda la magnitud de los beneficios que aporta. Aunque en la pequeña y mediana empresa la evolución es modesta, sí que se aprecia un cambio en las tendencias organizativas de las mismas. Hace diez años, era extraño identificar pymes con servicios de tecnología externalizados, pero hoy en día, y a pesar de estar todavía en una fase muy embrionaria, es cada vez más frecuente.
En RICOH, tenemos la voluntad y el deseo de contribuir a la trasformación tecnológica de todas las pymes a través de la prestación de Servicios de Infraestructura IT. Con ellos, ponemos a la disposición de nuestros clientes un amplio porfolio de servicios y sobre todo de conocimiento de aquellas tecnologías que pueden maximizar el rendimiento de la compañía en el desarrollo de su actividad, y también su eficiencia y competitividad.
Durante el último año, el área de Servicios IT de RICOH ha incrementado el número de sus clientes en un 70%, por lo que las compañías están respondiendo de forma clara a esta tendencia. Nuestra propuesta de valor encaja y favorece la generación de modelos empresariales de futuro, de forma que hoy ya podemos dotar de la mayor flexibilidad posible a las pymes y detectar aquella tecnología necesaria para cada una de ellas.