El peso del Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (GDPR, por sus siglas en inglés) ha caído sobre la tecnológica Google al haber sido sancionada con el pago de una multa de 50 millones de euros por la Comisión Nacional de la Informática y las Libertades (CNIL) francesa por falta de transparencia, información y consentimiento del uso de datos.
Según fuentes de Europa Press, la autoridad francesa abrió una investigación en junio del pasado año tras haber recibido sendas quejas por parte de las asociaciones None of Your Business (NOYB) y La Quadrature du Net (LQDN) en las que expresaban que la compañía no tenía una base legal válida para procesar los datos personales de los usuarios de sus servicios. Al parecer, el buscador utilizaba estos datos para personalizar la publicidad que aparecía en las páginas.
De esta manera, las autoridades han destacado que el consentimiento del usuario no se puede juzgar como “específico”, al no estar este “lo suficientemente informado” sobre el tratamiento de sus datos, sino que presentan la información “diluida en varios documentos”, lo que no permite al usuario tomar conciencia de la magnitud de lo que acepta.