Tras la aprobación de la ley de Startups o empresas emergentes, las empresas de nueva creación con sede social o establecimiento permanente en España se han visto afectadas. Esta nueva ley ofrece a los emprendedores optar a un tipo del Impuesto de Sociedades reducido en diez puntos, pasando del 25% al 15% en startups hasta un máximo de cuatro años.
Sin embargo, para los 3,2 millones de autónomos que hay registrados en España, las obligaciones fiscales suponen para el 43% de los autónomos el segundo mayor problema al que deben enfrentarse, por detrás del 45,51% de las elevadas cargas sociales y la burocracia, según recoge el informe elaborado por Infoempleo y Adecco sobre el mercado de trabajo en España.
La aprobación de esta ley facilita tanto la burocracia a la hora de formar una nueva empresa como el cese de actividad de este tipo de empresas, agilizando su cierre. Sin embargo, en España cada vez más, aumenta la demanda de profesionales con formación en asesoría, cifra traducida a un aumento del 30% en los servicios de coaching en las empresas, según datos de la International Coaching Federation.
La clave de disponer de profesionales con conocimientos fiscales y tributarios
En general la nueva ley plantea medidas muy interesantes como el aumento de exenciones tributarias, la reducción de los gastos, los plazos de inscripción de las sociedades y las reducciones impositivas, etc. Sin embargo, la realidad es que la propia regulación genera mucha incertidumbre y en la práctica cuesta mucho que este proyecto ayude de manera global al ecosistema emprendedor.
“La aprobación del proyecto de Ley de Startups fue una muy buena noticia, pero tras unos meses se empieza a observar que la definición de startup queda justa y las medidas son escasas. Por este motivo, es imprescindible disponer de profesionales con conocimientos fiscales y tributarios para asesorar, interpretar y aplicar correctamente la legislación vigente”, remarcan desde Deusto Formación.