Imaginemos que tenemos una empresa dedicada al sector de las TIC y un cliente quiere visitar nuestra web pero no recuerda su dirección. Si tecleamos en Google ‘nuevas tecnologías’ aparecen casi 10 millones de resultados. Hablamos de miles de páginas en las que aparecen esas palabras clave; unas son de empresas, otras blogs y algunas recogen opiniones y artículos relacionados con ese tema. Por eso, es muy probable que nuestra web se pierda entre las cientos de páginas que recogen ese contenido si no hemos invertido lo suficiente en una estrategia de posicionamiento en buscadores.
Cuando el usuario obtiene información quiere encontrar páginas afines a su búsqueda pero sólo suele visitar los primeros resultados. Por esa razón, las pequeñas y medianas empresas, conscientes de que su página web es un canal de ventas más, necesitan el mejor posicionamiento en los motores de búsqueda. La idea es clara: tan importante es abrir la web corporativa como darla a conocer.
En España, con más de 17 millones de usuarios que han accedido a Internet en los últimos tres meses, según datos del SIE, nos presentamos ante un público saturado de información que busca soluciones fáciles y rápidas. Por eso, las pymes diseñan sus propias estrategias de marketing on line.
El objetivo de aparecer en los primeros resultados es que los consumidores nos encuentren en Internet. Pero no sólo hablamos de aumentar el tráfico, sino de generar conocimiento de marca, intención de compra y promoción del negocio. Pensar en el posicionamiento en buscadores sólo como una cuestión publicitaria o comercial nos aleja de la realidad. Las ventajas van más allá de generar ventas; se trata de dar a conocer una compañía, afianzar su imagen y presentarse ante los potenciales consumidores.
«Ser visible y encontrada»
Vayamos por partes. Cuando una pequeña empresa quiere presentarse al mercado y ser reconocida por sus clientes, sus socios o sus colaboradores necesita ‘ser visible y encontrada’ y qué mejor forma de darse a conocer que apareciendo en la primera página de resultados de Google o Yahoo!. Hablamos de crear impacto, de convertirnos en una fuente de información para los usuarios y ganar notoriedad en el mundo on line.
En este punto es cuando pasamos al reconocimiento de la marca. Con una buena estrategia de posicionamiento web estamos lanzando de forma indirecta mensajes sobre nuestra empresa. Una página que lidere las búsquedas está respondiendo a la demanda de información de los usuarios y se presenta como una compañía que ofrece productos y servicios de calidad fácilmente accesibles. Según los datos de la 10ª entrevista de navegantes en la red (AIMC), casi un 74% de los internautas han tomado una decisión de compra de productos o servicios motivado o informado por contenidos de Internet.
Pensemos en la labor de las relaciones públicas. Su objetivo es ayudar a la empresa a conseguir sus objetivos promocionando la marca y la imagen corporativa. Se dirigen sólo al público objetivo de la compañía y lanzan mensajes muy concretos para aumentar la cartera de clientes y generar contactos. Esta reflexión se acerca mucho a los beneficios del posicionamiento en buscadores, ¿por qué no podríamos redefinirlo como las relaciones públicas de Internet?
Realmente estamos hablando de una herramienta que permite a las empresas acceder más fácilmente a sus potenciales consumidores y mantener su parcela de negocio frente a la competencia. ¿Todavía puede generar dudas la inversión en buscadores? El último argumento es el resultado de todas las ideas anteriores: aumentar el número de visitas y generar más ventas.
Vendedores on line
Quién no ha oído hablar de los ‘nuevos vendedores on line’. No son comerciales sino las propias páginas web, que registran las visitas y consiguen contactos a través de sus formularios. Sus catálogos on line y su atención al cliente a través de la red están abriendo una nueva forma de compra-venta. Si en las fórmulas tradicionales, los vendedores recurren a ofertas y promociones para captar clientes, en las compras on line hay que aparecer en los primeros resultados de los motores de búsqueda cuando los usuarios buscan servicios y productos relacionados con nuestra compañía. El número de visitas que recibamos está directamente relacionado con estar bien posicionado en los principales buscadores. Se trata de convertir al internauta en cliente; de traducir las visitas en ventas.
Podemos decir que ser ‘invisible’ en la Red repercute en el alcance de nuestro negocio, en la cartera de clientes y en la difusión de nuestros productos y servicios. No estar en bien posicionados en Internet significa mantenerse al margen de un canal de promoción rápido, eficaz y que nos consolida como empresa de referencia en nuestro sector.
Fernando Polo, Director de Marketing y Operaciones de Domestika