El reciente aumento del precio de la energía es uno de los principales motivos de preocupación para las pymes, que desde hace tiempo luchan para seguir siendo competitivas, tratando de reducir, entre otros, sus costes globales de mantenimiento. Además, las federaciones de pequeñas empresas prevén que los costes energéticos a los que se enfrentan las pymes seguirán creciendo en los próximos años. De este modo, la eficiencia energética se ha convertido en un aspecto cada vez más importante para la rentabilidad empresarial.
Por eso, es necesario que las pequeñas y medianas empresas hagan un balance de sus costes energéticos y comiencen a estudiar la aplicación de medidas que les ayuden a reducir los mismos, tanto en el ámbito del mantenimiento, como del uso, y aseguren además, que sus proveedores de energía son los más rentables.
En Dell creemos que existen algunas medidas que las pymes deben tener en cuenta en lo que se refiere a eficiencia energética.
Entender el contrato
Una de las medidas más obvias que una pymes debe de tener en cuenta para ahorrar dinero, pero que a menudo se pasa por alto, es consultar si la tarifa contratada para su negocio es la más barata posible. La mayoría de las compañías eléctricas ofrecen una gran variedad de tarifas y las empresas deben encontrar aquella que mejor se adapte a sus necesidades. Asimismo, es crucial revisar los términos y condiciones del contrato, buscar los proveedores más baratos, etc. ya que las compañías eléctricas normalmente tienen ofertas especiales para los contratos a largo plazo. Por eso es aconsejable consultar las diferentes ofertas de los principales proveedores a fin de no desaprovechar potenciales ahorros de costes.
Conocer las necesidades de uso
Las pymes deben estudiar sus patrones de consumo de energía, tomando lecturas regulares de los contadores y comprobando las facturas. Sólo conociendo y entendiendo la cantidad de energía que la empresa gasta, pueden adoptarse medidas para garantizar un consumo energético más eficiente. Para medir los patrones de consumo pueden usarse dispositivos de control de potencia, que permiten a las empresas controlar el gasto de energía e identificar los dispositivos que más electricidad consumen.
Concienciar a los empleados
De acuerdo con diferentes organizaciones, como la británica “Carbon Trust”, las pymes podrían ahorrar grandes cantidades de dinero al año aplicando políticas de concienciación entre sus empleados. Medidas tan simples como asegurarse de que tanto luces, flexos, monitores y ordenadores permanezcan apagados cuando no estén en uso, especialmente al finalizar la jornada laboral, así como comprobar que tanto puertas, como ventanas permanezcan cerradas cuando la calefacción está encendida, pueden ahorrar a las empresas una gran cantidad de dinero.
Mejorar la eficiencia
Cambiar a sistemas de iluminación más eficientes y asegurarse de que el mantenimiento de los sistemas de calefacción se realiza regularmente, así como la inversión en equipos más eficientes como PCs, monitores e impresoras, también son medidas que pueden servir para ahorrar energía. Dell, por ejemplo, tiene como uno de sus principales objetivos, ayudar a las empresas a mejorar la eficiencia energética de su entorno tecnológico, desde los portátiles y los sobremesas hasta los centros de datos, y gracias a su certificación Energy Smart, es capaz de conseguirlo a través de productos energéticamente más eficientes. Como ejemplo, tanto las estaciones gráficas, como los sobremesas y portátiles Dell con certificación Energy Smart, pueden reducir el consumo de energía hasta en un 95%, lo que supone una gran mejora en la eficiencia, la reducción del coste total de propiedad y del impacto medioambiental global.
El uso de tecnologías de virtualización es otra medida que también ayuda en el ahorro de energía, ya que permite reducir los costes operativos y requiere menos labores de gestión. Al permitir a las empresas ejecutar múltiples aplicaciones y sistemas operativos de forma independiente en un único servidor, la virtualización ayuda a las pequeñas empresas a mantenerse por delante de la competencia, ya que les permite acelerar sus ciclos de desarrollo y pueden desplegar nuevos recursos mucho más rápido. Los beneficios económicos también se extienden al ahorro energético, de refrigeración y de espacio necesario para la ubicación de los centros de datos, ya que, gracias a la consolidación de servidores, una empresa es capaz de simplificar la gestión de la infraestructura y de los sistemas y aumentar la eficiencia al reducir el consumo de energía.
Cuidar el corazón de la empresa
Los departamentos de TI siempre están bajo presión, lidiando con el objetivo de reducir los costes operativos, pero teniendo que mantener el máximo rendimiento y asegurándose de que las aplicaciones clave se mantengan en funcionamiento en todo momento. Los servidores están en el corazón de la empresa, ya que son los encargados de procesar los datos y mantener las aplicaciones principales. Los nuevos servidores, como la 12ª generación de servidores Dell PowerEdge con procesadores Intel, ofrecen la máxima potencia de procesamiento con un coste muy reducido, y son capaces de funcionar a temperatura ambiente, reduciendo los costes derivados de la refrigeración. Así, las empresas pueden tener sus servidores fuera de la típica sala de Data Center, lo que significa que también pueden reducir los costes gracias a la reducción de las necesidades de espacio.
En mi opinión, estas simples pero necesarias medidas son fundamentales para que las pymes puedan reducir sus costes energéticos. En cualquier caso, sólo manteniendo una vigilancia constante sobre el uso de la energía, y asegurándose de aplicar políticas encaminadas a la reducción del consumo y el incremento de la eficiencia, estas empresas serán capaces de evitar el agujero financiero que el gasto energético supone para ellas.
