Febrero ha cerrado con un incremento de 37.726 empleos nuevos según los datos desestacionalizados de afiliación de la Seguridad Social y un total de 19.934.481 personas afiliadas. Esto representa una subida del 18,9 % con respecto al mismo mes del año anterior, marcado por la tercera ola y las consiguientes restricciones a la actividad económica. La evolución del empleo a partir de mayo ha mantenido una línea ascendente, incluso en estos dos primeros meses de 2022, tradicionalmente malos para el empleo.
Por su parte, el paro continúa su descenso moderado y se ha reducido en 25.734 personas en términos desestacionalizados. Al cierre de febrero había 3.111.684 millones de personas inscritas en el desempleo en las oficinas del SEPE, lo que supone un descenso del 22,38 % con respecto a las cifras de febrero de 2021. Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, es la mayor bajada interanual de la serie histórica. Esto implica que hay una fuerte correspondencia entre el aumento del empleo y el descenso del paro, lo que conlleva a que exista una estabilidad en la base de la población activa.
Febrero y enero han sido meses marcados por la nueva reforma laboral aprobada por el Gobierno y sancionada por el Congreso, que ha aplicado importantes cambios en los contratos: ha reforzado la posición de los indefinidos frente a los contratos temporales cuyo uso por parte de las empresas se ve mucho más limitado.
En febrero, el 22% del total de los contratos firmados (316.841 en términos absolutos) fueron indefinidos. Esto supone un incremento del 139 % con respecto a los datos de febrero de 2021, en el que solo incorporaron 132.431 contratos indefinidos. De estos nuevos contratos indefinidos, 102.394 fueron conversiones de temporales a indefinidos mientras que en febrero de 2021 hubo 55.592 contratos convertidos.
Los datos de febrero de firma de contratos indefinidos, muy superior a la de cualquier mes de febrero previo, indica que está habiendo un trasvase del empleo temporal al indefinido, lo que, junto a los datos de creación de empleo total, supone una buena noticia para el mercado laboral: se está creando empleo y este es de más calidad.
Si atendemos solo a los contratos iniciales, el porcentaje de indefinidos se sitúa en el 16 %, cinco puntos porcentuales más que el 11 % registrado en enero. Estas cifras muestran claramente los efectos de la reforma laboral: el peso de los indefinidos en el conjunto de los contratos iniciales se ha movido habitualmente entre el 5 % y el 8 %.
Se debe ser prudente en el impacto que la reforma laboral pueda tener en el empleo, ya que hay que esperar un tiempo considerable para ver sus efectos en el largo plazo. No obstante, de momento, el mercado parece estar respondiendo bien a los nuevos cambios legislativos introducidos.
Los ERTE: aún por encima de 100.000
El número de trabajadores vinculados a ERTE por covid ha cerrado febrero en 101.736 personas. La mitad de ellos (49.599) se encuentran en suspensión parcial frente a los 52.137 que están en suspensión completa. Es importante señalar que 30.930 trabajadores se verán beneficiados por programas de formación puestos en marcha por las empresas para recibir exoneraciones especiales en las cotizaciones sociales.
Cuando estamos a punto de cumplir dos años desde la activación de este mecanismo para hacer frente a los efectos de la emergencia sanitaria sobre el mercado laboral, es el momento de afrontar la situación de estas más de 100.000 personas. Y es que el ritmo de salida de trabajadores y trabajadoras de la regulación temporal se ha reducido sensiblemente en los últimos meses: la posibilidad de que puedan regresar a sus puestos parece cada vez más difícil.