Antes de entrar en pánico, hay que respirar hondo y pensar que esto ocurre en las mejores familias. Las pequeñas y medianas empresas que quieran evitarlos deben saber que existen varios mecanismos que permiten dotar de cierta solvencia a las pymes en crisis. Para empezar, hay que analizar las causas de haber llegado a esta situación y, a partir de ahí, trazar un plan financiero que contenga previsiones de los cobros y los pagos, como por ejemplo las nóminas, las contribuciones a la Seguridad Social, las facturas de los proveedores y el Impuesto de Sociedades. Es decir, todo lo que entra y lo que sale.
Los expertos recomiendan realizar una planificación en la que se analicen y valorarán aspectos como las necesidades, la producción y las inversiones realizadas.Las pymes deberán también optimizar la gestión del circulante, o lo que es lo mismo, evitar un desfase entre los cobros a los clientes y los pagos a los proveedores. En los casos en los que así lo considere, la empresa deberá utilizar productos financieros como el confirming o el factoring.
El primero es un servicio de pago a proveedores que pueden ofrecer las entidades financieras para cumplir los plazos y vencimientos en período estipulado. El factoring es un sistema de financiación a corto plazo que consiste en un contrato mediante el cual una empresa traspasa el servicio de cobro futura de los créditos y facturas existentes a una entidad financiera y a cambio obtiene de manera inmediata el dinero a que esas operaciones hacen mención.
Los expertos también recomiendan solicitar un crédito. Hazte con un experto financiero para que negocie las condiciones con el banco. También es bueno analizar el estado del sector y plantearse si los nuevos movimientos y proyectos se ajustan a sus cuentas financieras.