SIMO, desde el suelo

Enrique de Pablo, periodista y asesor de Comunicación

Publicado el 09 Oct 2010

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Posiblemente hemos asistido estos días al SIMO más pequeño de la historia. A falta de cifras oficiales, se habla de 18.000 visitantes, lo que supone 2.000 menos que el año pasado, que fue una feria de dos pabellones, por solo uno –y acotado- en esta edición. Más que del sector tecnológico, ha sido la feria de una –digamos- facción del sector tecnológico. Terreno abonado pues para todos aquellos que –desde todos los balcones: empresas, profesionales, medios… – declaran la pérdida de sentido de las ferias y vaticinan, en concreto, el final de SIMO. En realidad llevan tiempo haciéndolo pero ahora se lo ponen en bandeja.

Y sin embargo puede, es una simple y atrevida impresión, que éste haya sido el SIMO más profesional que hemos tenido. Ya sabemos que la nueva organización decidió prescindir de la faceta consumer tech y del bullicio del fin de semana en esta nueva etapa. Pero el año pasado el certamen quedó prácticamente capitalizado por la campaña ligada al entonces inminente lanzamiento de Windows 7, argumento con el cual Microsoft copó un pabellón entero. Entonces, digamos que tuvimos una feria profesional cuyo gran protagonista era un producto que compagina esa faceta con la de consumo.
Este año no teníamos ningún anuncio de este calibre, que por otro lado es lo normal en las ferias de hoy, y buena parte de las empresas que han acudido parecieron decidir que, por una vez, el protagonista debía ser el usuario de las tecnologías y no éstas por sí solas. Y muy de manera especial el emprendedor. Tal como están los tiempos, esta era más que nunca una feria para hablar de negocio en términos realistas y de la verdadera contribución de las tecnologías a la competitividad, la eficiencia y la apertura de mercados.
Insisto en que posiblemente se trate de una percepción muy subjetiva, pero en el escueto espacio que ocupaba este SIMO –y quizás precisamente por ello- se ha visto una nada desdeñable concentración de casos prácticos, emprendedores que han contado sus casos, demostraciones de aplicaciones del marketing digital, las redes sociales o las herramientas de movilidad. No eran los fabricantes ni sus productos ni los sistemas. Eran los usuarios y su circunstancia.
La EOI ha sido, en este sentido, la que ha marcado el paso desde su verde espacio abiertamente dedicado a las pymes, en el que se simultaneaban mesas redondas, ponencias y exposiciones casi espontáneas, sin que la actividad remitiese un solo minuto. Pero compañías como Sage, Vodafone, HP o Dell, además de los stands institucionales, también lo han tenido bastante claro. Si este SIMO iba a ser más pequeño que nunca, también debía ser más “pi” que nunca.
Por otro lado, sin ningún lanzamiento bomba en el calendario y sin la propia Microsoft, se puede decir que este año teníamos el mismo SIMO –o muy parecido- al que se canceló en 2008. Y se ha celebrado, lo cual no deja de ser un ejercicio de valentía, sí, pero también de perspectiva. Si este era el suelo, ya sabemos dónde estamos y de dónde partimos. Subir más arriba será cuestión de tiempo, pero también de paciencia. Es decir, de seguir apostando.

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Redacción TICPymes

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