Las condiciones climatológicas existentes en las oficinas son factores que influyen directamente en la comodidad y el rendimiento de los trabajadores. Junto con los riesgos derivados de la actividad laboral hay que tener en cuenta los riesgos ambientales del lugar de trabajo que pueden generar falta de bienestar entre el personal.
ASPY Prevención destaca la importancia de conseguir una buena regulación de las condiciones de temperatura y humedad para mantener un ambiente óptimo en los lugares de trabajo. “No existe un nivel de confort térmico que satisfaga a todas las personas ya que la sensación térmica de cada uno es diferente. Lo que sí se debe hacer es buscar unas condiciones que se adapten a una mayoría lo que influirá directamente en su rendimiento y productividad”, asegura Pedro López, Responsable de Servicio de Prevención Propio de ASPY Prevención.
Con la llegada del verano, los aires acondicionados comienzan a ponerse en marcha, muchas veces de manera excesiva, lo que deriva en una diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de casi 15 grados. Estos cambios tan bruscos en el ambiente son los responsables de muchas de las enfermedades que frecuentamos en la época veraniega como faringitis, rinitis, asma, contracturas musculares, dolores de cabeza, lumbalgia…
Para que esto no ocurra, desde ASPY Prevención recomiendan evitar el encendido y apagado de los equipos de climatización para conseguir unas condiciones de temperatura y humedad constantes, una temperatura media del aire comprendida entre los 21º y los 26º, evitar que el aire incida directamente en el cuerpo del trabajador, evitar también la radiación solar sobre los equipos de climatización y limpiarlos a menudo y mantener una humedad del aire entre el 30% y el 70%.