“No hay una segunda oportunidad para causar una primera impresión”. Si es cierto lo que decía Oscar Wilde, mejorar la estética de una vivienda puede tener efectos sorprendentes a la hora de venderla o alquilarla. A partir de una serie de técnicas de marketing inmobiliario para despersonalizar la casa y dotarla de armonía se consigue que el comprador se sienta identificado con la vivienda y se vea viviendo allí antes de hacerse con ella. La inversión en esta puesta a punto estratégica del hogar llamada home staging tiene la rentabilidad asegurada, ya que busca conseguir el mejor precio y el plazo de venta más corto posible.
Según una encuesta realizada por el portal inmobiliario fotocasa a sus usuarios para ahondar sobre los beneficios del home staging, en el 2017, el 15% de los propietarios que puso en venta su vivienda decidió arreglarla primero para acelerar el proceso de venta. Un porcentaje que, según datos del estudio, sube al 35% en los casos de puesta en alquiler.
Con cada vez más seguidores en España, la tendencia estadounidense del home staging parece haber revolucionado el sector inmobiliario ofreciendo a los propietarios la garantía de destacar su inmueble por encima del resto de viviendas del mercado. El 36% de los propietarios encuestados por fotocasa que ha alquilado su vivienda aseguran que el acondicionamiento de esta a través del home staging ha incrementado el precio del alquiler y un 41% ha comprobado que tras poner en práctica esta técnica ha alquilado su inmueble más rápido. En el caso de la venta, el 25% de los vendedores confiesa haber subido el valor de la vivienda.
Aunque el método home staging se aplica adaptándola totalmente a las necesidades específicas de cada vivienda y al perfil del comprador o arrendatario, existen unas claves esenciales para llevarlo a cabo y lograr la mejor puesta en escena posible:
- Simplificar el espacio: Limpieza, orden y buenos acabados son básicos para que una casa seduzca a primera vista. Redistribuir y destapar el espacio ayuda al comprador o arrendatario a hacerse una idea real de cómo quedaría la casa con sus propios muebles y objetos. Al final, menos es más.
- Despersonalización: Quitar fotografías personales, recuerdos de viajes y enseres personales especialmente del salón, la cocina y el baño es un requisito indispensable antes de una sesión fotográfica o de la visita inmobiliaria.
- Iluminación óptima: Los expertos en home staging recomiendan aprovechar al máximo la luz natural y comprobar que todas las bombillas de la vivienda ofrecen una iluminación suficiente y agradable en cada estancia.
- Colores neutros: Una vivienda a la venta debe resultar atractiva para todo tipo de público independientemente de sus gustos personales, y los colores estridentes pueden hacer perder de vista el resto de factores. Lo ideal es poder pintar la casa de blanco o de colores claros.
- Buenas fotografías: Una vez terminado el trabajo de puesta a punto de la vivienda, llega el momento de venderla lo mejor posible y lograr que destaque entre el resto del mercado. Para ello es esencial ponerse en manos de profesionales y obtener unas buenas fotografías que atraigan todas las miradas.