Dassault Systèmes ha llevado a cabo una encuesta online a 3.000 personas de todas las edades de Francia, Estados Unidos y China, de la mano de CITE Research, con el objetivo de comprender cómo los consumidores entienden la personalización de los productos, cómo la definen, qué importancia le otorgan y qué están dispuestos a dejar de lado para conseguirla. El informe analiza la personalización en los sectores del transporte y la movilidad, la salud, la venta al por menor y los entornos domésticos y urbanos.
La primera conclusión que han extraído ambas empresas es que la personalización es importante, sobre todo para los ciudadanos chinos y las generaciones jóvenes –para el 91 % de los encuestados pertenecientes a la Generación Z y para el 89 % de la Generación X es muy importante. Todos distinguen entre los productos elegidos de una lista de opciones, los que se pueden personalizar antes o después de comprar y los que se basan en datos personales. En este punto, destaca la baja cifra de franceses que asocian la personalización con el uso de datos personales, frente al 63 % de usuarios pioneros en el uso de la tecnología (early adopters) que une ambos conceptos.
A este respecto, los consumidores aceptan compartir ciertos datos con las empresas, si esto se traduce en la personalización de sus productos. Los millennials es el colectivo que más dispuesto está a compartir estos datos (16 %), afirmando el 62 % de ellos que solo compartirían los datos que aceptasen previamente. Hay una gran diferencia de géneros, ya que el 16 % de hombres compartiría información, mientras que solo un 9 % de mujeres lo haría. Y de entre todos los sectores, destaca el de los usuarios pioneros en el uso de la tecnología, quienes aceptan compartirlos un 31 % del total. Francia es también aquí el país con un porcentaje más bajo, ya que un 24 % de los encuestados declara que no compartiría nada.
Un aspecto a resaltar aquí es la anonimización de los datos, ya que 6 de cada 10 entrevistados han afirmado que esto les animaría a compartir más sus datos, sobre todo en China: según las cifras obtenidas, un 74 % de usuarios pioneros en el uso de la tecnología, un 66 % de personas con hijos, un 65 % de adultos en activo, un 64 % de millennials, un 63 % de la Generación X y un 63 % de la Generación Z.
Pero ¿cuáles son los objetivos principales que buscan los consumidores a través de esta personalización? Principalmente, pretenden obtener mejores ofertas por ceder sus datos y sugerencias de productos o servicios basados en sus perfiles. China es el país con mayor porcentaje de convencidos de estos beneficios, así como la Generación Z y los millennials. Concretamente, un 55 % de las mujeres y un 56 % de la Generación Baby Boom esperan precios inferiores en los productos. Por el contrario, los usuarios tardíos en el uso de la tecnología y la Generación Silenciosa (los nacidos entre 1929 y la década de 1940) no cuentan con beneficios asociados a sus datos. También se cree que este aporte de datos servirá para encontrar a los ciudadanos en caso de futuros desastres naturales, además de ahorrar tiempo y sentirse más seguro.
Otro aspecto a resaltar del estudio es el pago o el ahorro derivado de la personalización de estos productos. Un 25,3 % de los consumidores estaría dispuesto a pagar más a cambio de un producto que se adecúe más a sus necesidades y situación de vida -siendo los americanos los que más pagarían-, pero también espera ahorrar un 25,6 % si ofrece sus datos para conseguir esta personalización -los chinos son los que creen que ahorrarán menos. Por segmentos, los usuarios pioneros en el uso de la tecnología (36,7 %), la Generación Z (30,5 %), los millennials (29,6 %), las personas con hijos en casa (29,5 %), los propietarios de coches (26,8 %) y la Generación X (25,1 %) pagarían más y creen que ahorrarían más a la vez.
¿Y cuánto tiempo están dispuestos a esperar para lograr esta personalización? El 83 % de los encuestados busca que estos servicios estén disponibles en cuestión de horas -en su mayoría, los consumidores chinos-, mientras que el 21 % esperaría cuatro días o más para que se les entreguen -en mayor medida, las generaciones Baby Boom y Z-.
Para finalizar, Dassault Systèmes y CITE Research han analizado qué tecnologías tendrán que utilizarse para lograr estos servicios personalizados. El 58 % de los encuestados ha respondido que la Inteligencia Artificial sería necesaria, mientras que un 51 % confía en el 5G, un 47 % en los asistentes de voz, un 43 % en la realidad virtual y un 31 % en la impresión 3D.
“Los consumidores quieren experiencias con la personalización como elemento diferenciador, especialmente entre los más jóvenes. La solución para que los fabricantes aprovechen esta tendencia es recopilar, analizar y transformar los datos, al tiempo que se abordan las preocupaciones por la privacidad de los datos. Nuestra plataforma 3DEXPERIENCE les permite hacer precisamente esto. Gracias a esta herramienta, las compañías pueden innovar, diseñar, crear y fabricar productos hiperpersonalizados de la forma más sostenible“, afirma Florence Verzelen, vicepresidenta ejecutiva de Soluciones Industriales, Marketing y Asuntos Globales de Dassault Systèmes.
Datos en España
Cada vez son más los ejemplos de personalización que se pueden observar y experimentar con diferentes marcas en el país: desde asistir a un taller para customizar prendas de ropa a seleccionar en la tienda online entre varios bolsos, zapatillas o cosméticos personalizables e incluso poder crear el producto desde cero, eligiendo materiales, colores, estampados de iniciales o dibujos.Según el estudio How we shop: the next decade, elaborado por Westfield y realizado a más de 15.700 consumidores de diez países europeos, más de un cuarto de consumidores españoles estaría dispuesto a realizar una prueba de saliva, si con ello consigue alimentos personalizados en 3D adaptados a sus necesidades. Un tercio también aceptaría este test o mediciones sanitarias para recibir dietas personalizadas o recomendaciones de productos.