La realidad aumentada revoluciona el futuro del eCommerce

IKEA o Zara son algunas de las empresas que ya utilizan la realidad aumentada para mejorar la experiencia de cliente

Publicado el 18 May 2018

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¿Te imaginas saber cómo va a quedar un sofá en tu salón antes de comprarlo? ¿Ver si tienes espacio para una nueva televisión más grande? ¿Y saber si una determinada prenda de ropa te favorece? Parece sacado de un episodio de Black Mirror, pero ya es posible gracias a la aplicación de la realidad aumentada en el comercio electrónico.

A pesar de que el término “realidad aumentada” ya empezó a utilizarse en la década de los noventa, esta tecnología se ha popularizado en los últimos años gracias a dispositivos como las Google Glass o juegos como Pokémon Go, que alcanzó los 500 millones de descargas en los dos primeros meses desde su lanzamiento. Pero, ¿qué entendemos por realidad aumentada o AR (por sus siglas en inglés)?

KMPG la define como “una tecnología que superpone una imagen generada por ordenador a la visión del usuario del mundo real, produciéndose así una visión compuesta”. PwC diferencia la AR, que amplifica o modifica un escenario, de la realidad virtual (VR por sus siglas en inglés), una tecnología capaz transportar al usuario a otras localizaciones o realidades.

Uno de los ejemplos más populares es el caso de IKEA Place, una aplicación lanzada en 2017 por IKEA que permite colocar de manera virtual sus productos en cualquier espacio. Su funcionamiento se reduce a unos sencillos pasos: primero se escanea la habitación, después se selecciona en el catálogo el producto deseado y por último se fija su posición a través de la pantalla del dispositivo. Esta app asegura a los usuarios que el mueble quepa y quede bien en la estancia antes de comprarlo, ahorrándose tiempo y esfuerzo. Amazon cuenta con una función similar en su aplicación llamada AR View que permite visualizar en cualquier espacio todo tipo de productos, para ver si encajan tanto en volumen como en estilo.

En el sector de la moda el eCommerce también está empezando a innovar por medio de la realidad aumentada. Una de las primeras marcas en utilizarla fue Converse, que ya en 2012 sacó una aplicación para ver en tiempo real el aspecto que tendrían sus zapatillas sobre los pies. Por su parte, Ray-Ban ofrece la posibilidad de que el cliente diseñe su propio modelo virtual gracias a la tecnología face-mapping, que permite al consumidor anticipar cómo le quedarían las gafas desde distintos ángulos subiendo una foto de su cara a la plataforma.

De manera similar, pero utilizando un maniquí en lugar de una imagen real, funciona la aplicación Dressing Room de Gap, que simula la sala de un probador. En ella se pueden crear modelos virtuales, pudiendo elegir, entre otros aspectos, su peso y altura para probar después distintas combinaciones de ropa por tallas. También Zara se ha subido recientemente al carro de los maniquíes por realidad aumentada gracias a una nueva app que muestra, en sus escaparates y dentro de las tiendas, modelos en tamaño real vistiendo las últimas novedades de la marca, creando una experiencia interactiva y sorprendente pues también será posible adquirir los modelos a través de dicha app.

Todos estos ejemplos, y el hecho de que se estima que la realidad aumentada –junto a la realidad virtual- facture en 2018 17,8 miles de millones de dólares a nivel mundial según cifras de IDC, ponen de manifiesto que esta revolución irá mucho más allá de su mero empleo en apps o eCommerce, prometiendo transformar el comercio electrónico tal y como lo conocemos hoy en día.

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Redacción TICPymes

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