Crear una impresión en la mente de los clientes es uno de los objetivos fundamentales del marketing digital. Para ello, una de las herramientas más utilizadas, tanto para la publicidad como para presentaciones, informes o comunicación interna es el storytelling, que consiste en elaborar un mensaje para hacer viajar a los usuarios al mismo tiempo que se comunica, conecta y genera un valor añadido a los propósitos. En este sentido Sweetspot, empresa pionera en el Digital Insight Management, señala 5 reglas de oro para sacar el máximo partido al storytelling.
“El uso de historias en presentaciones e informes dota de vida a los datos y estadísticas, en definitiva, el storytelling humaniza la información y hace más comprensible las estrategias”, señala Meg Wilcock, vicepresidente de desarrollo de negocio. “La gente está saturada de información, y es aquí donde el storyelling juega un papel crucial: para que tu imagen permanezca en el ideario colectivo debes preocuparte de lo qué haces y lo qué dices, pero, sobre todo, en cómo haces sentir a tu audiencia”, añade Wilcock.
El storytelling es, en definitiva, la capacidad de mezclar el lado racional y el lado instintivo de cada uno de los individuos. Por tanto, la clave de una buena estrategia de storytelling reside en ser capaz de conectar emocionalmente a través de una historia, es decir, ser capaz de influenciar sobre los sentimientos de una persona para que la recepción del mensaje sea óptima.
5 reglas de oro para sacar el máximo partido al storytelling
Esta técnica ha sido ampliamente utilizada en el marketing tradicional, pero la llegada de la comunicación a el mundo digital ha puesto de manifiesto todo su potencial. El éxito de una campaña de storytelling reside en la conexión emocional, y para ello es necesario conocer, cada día más, a los usuarios. En este sentido, Sweetspot ofrece 5 claves para sacar todo el rendimiento al storytelling:
- La subjetividad: por muy concisa o explícita que pueda ser la historia, nunca se debe subestimar un concepto como la subjetividad. El lenguaje humano está abierto a interpretación, por lo que cada uno puede proyectar sus ideas, emociones o pensamientos de forma diametralmente opuesta. Por tanto, antes de lanzar una campaña, compartirla con varios compañeros/as ayudará a prever la reacción del público potencial ante la campaña.
- Imparcialidad: a la hora de medir el éxito de una campaña, es muy importante cuestionar la propia perspectiva frente a las conclusiones extraídas. Cuando se producen resultados por debajo de lo esperado, es muy sencillo culpar a factores externos de la falta de éxito de la campaña, mostrando así prejuicios que impiden valorar esta responsabilidad. Sin embargo, la capacidad de ver y aceptar los propios errores es clave para encontrar soluciones.
- La percepción de la narrativa no es estática: es necesario tener muy presente el contexto en el que la narrativa se va a ver enmarcada. La percepción de la narrativa varía a lo largo del tiempo, ya que las experiencias, el conocimiento adquirido, o factores externos como el mercado influyen de manera sustancial no sólo en la percepción de una narrativa, sino en la elaboración de ésta. Por tanto, revisar las conclusiones extraídas de ejemplos anteriores siempre aporta un valor adicional a la hora de afrontar nuevos proyectos que guarden similitudes.
- El factor tiempo: en ocasiones, se tiende a utilizar el factor tiempo a la hora de medir y extraer conclusiones acerca de una campaña. Sin embargo, es un arma de doble filo, ya que se puede sobrestimar o infravalorar el impacto de la acción en término de KPIs. Por tanto, lo más recomendable es evitar poner toda la atención en los resultados a corto plazo, ya que podría llevar a extraer resultados imprecisos e incorrectos.
- Simplificar el alcance produce una mayor atracción: por increíble que pueda parecer, compartir menos información tiende a generar proactividad en la audiencia, mientras que un exceso de datos no incita al movimiento. La accionabilidad es un principio fundamental del storytelling. Para ello, hay que procurar que la estrategia sea concisa, precisa y enfocada en los aspectos que mayor influencia puedan generar en la audiencia, con el propósito de generar proactividad en el público.
“En las relaciones personales, ya sea con la familia o amigos, narramos nuestras vivencias con el objetivo de darte a conocer y aumentar el nivel de conexión entre los interlocutores”, indica Wilcock. “En el entorno laboral, sucede algo parecido. Cuentas tu historia con el fin de establecer una conexión con la audiencia, que automáticamente se traduce en confianza. Por eso el storytelling es tan importante, porque te permite impregnar el imaginario colectivo con los valores que quieres transmitir.”, concluye.