Un año más estamos viendo cómo el mundo online sigue tomando protagonismo en nuestra vida diaria: desde las compras navideñas, hasta eventos y celebraciones y, con la pandemia todavía en activo, el próximo año seguiremos necesitando conectarnos a la red para continuar desempeñando nuestras tareas habituales. Se trata de un hábito que ha llegado para quedarse y, por tanto, las conexiones a Internet fiables y a prueba de fallos con la menor latencia posible son cada vez más importantes, tanto para nuestra vida privada como para la economía en su conjunto.
En este sentido, los puntos de Intercambio de Internet (IX, por sus siglas en inglés) desempeñan un papel importante. Estos garantizan un intercambio fluido, seguro y rápido de paquetes de datos entre redes de cualquier tamaño, desde los operadores urbanos hasta los proveedores de streaming y de servicios en la nube. De cara al próximo año, DE-CIX, principal operador mundial de puntos de intercambio de Internet, ha identificado 4 tendencias que darán forma al mundo conectado, a la evolución de las tendencias de Internet y al negocio de la interconexión en 2022.
1. El coche de 2022 estará más conectado
Actualmente hay cada vez más avances en los coches conectados y la conducción autónoma, lo que conllevará un aumento en la demanda de datos y la necesidad de una baja latencia. Una conexión de datos estable va a ser esencial para estos vehículos. Por ejemplo, la información en tiempo real sobre la estación de carga más cercana puede ser crucial para los usuarios de coches eléctricos.
Por tanto, el año que viene veremos la continuación de una tendencia que ya estamos viendo hoy: los fabricantes de automóviles se están convirtiendo en empresas digitales. En este punto, estas compañías tendrán que decidir qué sistemas y servicios subcontratar a las grandes empresas tecnológicas y cuáles construir y operar internamente. En ambos casos, se necesitará una infraestructura para el intercambio de datos entre el coche, el servidor y los diferentes proveedores involucrados, que se sitúe lo más cerca del usuario final, por lo que el Edge Computing seguirá siendo protagonista.
2. Una nueva era de intercambio de datos
Nunca antes se habían intercambiado tantos datos como ahora, pero en muchos entornos organizativos se siguen compartiendo datos confidenciales en formatos físicos. Es por eso que se desarrollarán canales de datos confidenciales y seguros para resolver este problema, como ya ha surgido con Gaia-X. La idea básica del proyecto es crear un sistema europeo soberano de intercambio seguro de datos instalado en una infraestructura descentralizada e interconectada.
Por ello, mientras que las soluciones en la nube facilitan el almacenamiento y el manejo de datos, las plataformas de interconexión serán clave para permitir este intercambio de datos entre tantos miembros. Estos sistemas permiten a los proveedores intercambiar de forma rápida, segura y directa los datos necesarios para desarrollar o explotar servicios digitales complejos, como la digitalización sanitaria o la conducción autónoma, que se espera que se desarrolle en los próximos años.
Junto con estos sistemas, los Grupos Cerrados de Usuarios también serán clave. Estos permiten a las diferentes compañías conectarse con sus redes privadas a través de un nodo de interconexión, garantizando todas las medidas de seguridad, por lo que también supondrá un cambio en la manera de intercambiar datos.
3. La “glocalización” gana adeptos
Diversas aplicaciones tecnológicas nuevas como la realidad virtual, los juegos en la nube y la digitalización de la sanidad, por no hablar de los coches conectados y autónomos, están creando una demanda cada vez mayor de latencias lo más bajas posibles. Especialmente para las aplicaciones de movilidad, las latencias extremadamente bajas, inferiores a un milisegundo serán cruciales. Para esto, será necesario que el centro de datos más cercano esté como máximo a unos 80 kilómetros de distancia. Por tanto, una estructura de Internet centralizada, ya no puede hacer frente a esta tendencia. Así que veremos cómo el alojamiento y el procesamiento de datos se sitúan cada vez más a las afueras.
4. La automatización se extiende
La automatización no será solo una tecnología que se desarrolle en la industria y fabricación de productos. Cada vez más sectores están desarrollando soluciones para automatizar las tareas rutinarias de TI para ser más flexibles, especialmente en tiempos de incertidumbre como los que estamos viviendo, en los que la flexibilidad es un activo crucial. Si, por ejemplo, la demanda de un pequeño comercio cambia repentinamente de la tienda física a la tienda online, esta debe ser capaz de reaccionar rápidamente para perder compradores y aquí es donde la automatización va a tomar un papel muy importante.
“Nosotros no podemos predecir cómo evolucionará la pandemia de Covid-19, pero sí podemos afirmar, observando los dos últimos años, que el crecimiento de los servicios digitales ha aumentado masivamente. Cada vez más, las empresas privadas que antes no formaban parte del sector tecnológico están trabajando para proporcionar la infraestructura de estos servicios no sólo a los habitantes de zonas desarrolladas digitalmente, sino también a los de las regiones más apartadas, para garantizar las necesidades básicas de nuestra era digital: flexibilidad, seguridad y rapidez.” afirma Thomas King, CTO de DE-CIX.