Las organizaciones son actores clave en la promoción de la salud integral. Especialmente después de que la vuelta a la oficina tras la sexta ola de la COVID-19 o el modelo de trabajo híbrido estén interfiriendo en la rutina laboral de los españoles y, por ende, en su bienestar emocional. Por este motivo, se hace especialmente relevante la adecuación de las políticas de salud a los nuevos entornos laborales con el objetivo de ayudar a los empleados a ser más resilientes y a afrontar las transformaciones continuas. Para conseguirlo, es necesario instaurar estrategias que permitan afrontar los cambios con éxito: la implantación de una cultura preventiva, potenciar un nuevo tipo de liderazgo o las políticas de desconexión laboral son algunos ejemplos muy útiles en este sentido.
El estudio ‘Cigna 360 Well-Being 2021’ expone datos muy reveladores sobre la correlación entre los problemas de bienestar en el ámbito laboral, el estrés y los bajos niveles de resiliencia. De hecho, el 45% de los españoles reconoce que su resiliencia es baja o moderada. La razón de la escasa capacidad para hacer frente a un entorno profesional cambiante radica, tal y como apuntan los encuestados, en la dificultad para cuidar de la familia al tener que acudir a la oficina, la sobrecarga de trabajo o la inestabilidad derivada de la situación actual.
“Adaptar las políticas de salud y bienestar para fomentar la resiliencia de los empleados es de vital importancia en los nuevos entornos de trabajo híbridos. La capacidad de adaptación ante la adversidad, de sortear dificultades o de reconstruirse son habilidades que otorgan ventajas competitivas a las compañías a la hora de afrontar situaciones que generan miedo o frustración, convirtiendo cada momento en una oportunidad de crecimiento. Por tanto, desde los departamentos de Recursos Humanos debemos dar respuesta a las nuevas necesidades que surgen tanto en el trabajo presencial como en el remoto”, destaca Olivia Gómez, HR Manager de Cigna España.
Bajo esta premisa y con la finalidad de que las compañías de todos los tamaños perciban el bienestar como una gran inversión, Cigna, la compañía experta en proporcionar soluciones de salud holística, comparte siete iniciativas que pueden contribuir a proteger la salud psicosocial de la plantilla en un momento tan volátil como el actual:
- Promover la salud mental en el puesto de trabajo, focalizándose en la prevención. La detección temprana de posibles problemáticas relacionadas con el bienestar emocional es uno de los puntos más destacados en la hoja de ruta a seguir, tanto para las empresas como para los individuos. Por ello, es clave que las compañías promuevan la salud mental en el puesto de trabajo y sitúen la prevención en el centro de su estrategia. Y es que gracias al desarrollo de técnicas de autocuidado, programas con los que aprendan a detectar síntomas o a desarrollar sus habilidades, o a la creación de espacios seguros en los que puedan compartir con otros compañeros su situación, los trabajadores podrán impulsar su bienestar integral al tiempo que disminuye el riesgo de sufrir trastornos mentales y se mejora el rendimiento empresarial.
- Situar la gestión del estrés como una de las prioridades en la empresa. Ser capaces de manejar altos niveles de estrés está estrechamente relacionado con la resiliencia. Actualmente, el 40% de los españoles confiesa sufrir estrés laboral, según el estudio de Cigna, por lo que no cabe duda de que es imprescindible realizar un trabajo previo de detección que permita establecer estrategias con las que minimizar su agobio. No hay que olvidar que cuando los empleados saben gestionar la presión y atenuar las preocupaciones, piensan con más claridad y pueden dar lo mejor de sí mismos, sean cuales sean los desafíos a los que tengan que hacer frente.
- Empoderar a los empleados reconociendo sus logros y reforzando su autoestima. Cuando los miembros de un equipo sienten que tienen el control de su trabajo y están claramente definidas las expectivas del puesto, su seguridad aumenta, desarrollan mejores habilidades para afrontar los problemas y se sienten más satisfechos de su función en la compañía. Por eso, es recomendable agradecer el esfuerzo y la dedicación de la plantilla en el día a día, instaurando una política de reconocimiento a través de feedbacks continuos o estableciendo sesiones de coaching laboral como parte de la cultura de la organización.
- Promover la desconexión laboral para evitar el síndrome del ‘burnout’. Descansar no solo implica dormir bien. También desconectar de la jornada laboral y las obligaciones vinculadas a ella. La falta de rutina como, por ejemplo, que oficialmente no haya tiempo de descanso para comer o el hecho de estar conectado permanentemente, son algunas de las desventajas del teletrabajo que señalan los españoles, según el estudio de Cigna. Para combatirlas, los departamentos de Recursos Humanos, deben impulsar una cultura empresarial que apueste por la desconexión laboral, ya que relajar la mente ofrece múltiples beneficios para el bienestar integral de la plantilla.
- Potenciar el liderazgo saludable. Un cambio en la forma de trabajar también requiere modificaciones en la forma de liderar. Por ello, es fundamental que los responsables de equipos y profesionales de Recursos Humanos integren el modelo híbrido de forma efectiva a través de un nuevo tipo de liderazgo que motive y optimice la experiencia de los empleados. Pero, además, que promueva su capacidad de resiliencia para que la plantilla consiga adaptarse a una realidad en continua transformación.
Aunque todas estas estrategias fomentan la creación de equipos resilientes capaces de adaptarse a los cambios de los próximos meses, es importante tener en cuenta que cada persona es diferente. Por tanto, el propósito de reforzar el bienestar mental de cada miembro de la plantilla debe hacerse desde un enfoque personalizado.