Los docentes son figuras cruciales en el desarrollo y crecimiento de los seres humanos. Según los últimos datos, España cuenta con aproximadamente 765.000 profesores sin tener en cuenta la docencia universitaria. A esta cifra cabe sumar el personal docente de las universidades, que son, según los últimos datos del INE, 129.904 en total. Por tanto, se trata de un oficio fundamental, no solamente por el número de personas dedicadas a esta labor sino también por la tarea imprescindible que desempeñan y unas habilidades comunicativas cruciales que deben ir mucho más allá del expertise y que “es imprescindible para ser un buen formador”, según explica el Responsable Académico de Deusto Salud y Deusto Formación, Jordi Navarro.
La tarea de los docentes es clave para garantizar la formación y los conocimientos de las personas. Por esta razón se celebra el próximo 5 de octubre el Día Internacional del Docente. Según la UNESCO, los objetivos principales de este día pasan por celebrar cómo los docentes están adaptándose y transformando la educación, entre otros. En relación a esta adaptación, la Responsable Académica de CEAC, Conchi Fernández, afirma que “la pandemia ha sido clave para confirmar que en materia de formación debemos adaptarnos a las circunstancias, a los cambios que se están dando en la sociedad”.
No obstante, esta adaptación ha sido, en muchas ocasiones, una tarea complicada. La digitalización ha sido y es para muchos profesores e instituciones un reto: según datos del Ministerio de Educación, en España 8 de cada 10 profesores tendrán 2 años para adquirir las competencias digitales necesarias. Según la Project Manager de las escuelas Treintaycinco mm, Mint y Tokio School Leticia García, la educación online “no se ha puesto en valor hasta que no ha sido la única vía posible”. Pese a ello, se trata de una educación con muchas bondades como “la flexibilidad para acceder a los contenidos o la posibilidad de evitar desplazamientos”, tal y como explica la responsable editorial CEMP Beatriz Nespereira.
Esto ha convertido a día de hoy la digitalización en un objetivo complicado, especialmente si se tiene en cuenta que la falta de tiempo es el principal obstáculo por el que el profesorado no puede recibir la formación necesaria para estar al nivel de la digitalización requerida actualmente, según el estudio SELFIE de la Unión Europea. La conmemoración de este día por tanto, no consiste únicamente en poner en valor la tarea del docente sino también en resaltar la necesidad de apoyo a esta profesión.
Además de las habilidades digitales: las capacidades indispensables en un profesor
La docencia es una tarea en la que la vocación es primordial. A continuación, profesionales de distintas escuelas de formación exponen cuáles son algunas de las características imprescindibles a la hora de dedicarse a enseñar y formar en cualquier rama de la educación a personas de cualquier edad:
- Más allá del expertise: según la responsable editorial del Centro Europeo de Másteres y Posgrados CEMP Beatriz Nespereira, no se trata de tener conocimientos y explicarlos, sino que “se necesita capacidad de comunicación para transmitirlos”. La Project Manager de las escuelas Treintaycinco mm, Mint y Tokio School añade que “un buen docente debe mostrar pasión por lo que hace ya que eso se traduce en motivación para los alumnos”.
- Dotes humanas por encima de lo técnico. Se trata de un trabajo en el que constantemente se interactúa con otras personas. Según la Responsable Académica de CEAC Conchi Fernández, “un buen docente debe ser una persona con empatía, que sepa ponerse en la piel del alumnado y sepa adaptarse al grupo y sus características”. Conocer las necesidades de cada grupo para proporcionarles los conocimientos de forma adaptada es crucial para que la formación sea efectiva.
- Naturalidad para adaptarse. La adaptabilidad es clave no solamente hacia los alumnos, sino también hacia las situaciones cambiantes que pueden alterar los contenidos o la forma en la que se educa. Tal y como expone el Responsable Académico de Deusto Formación y Deusto Salud Jordi Navarro, “la pandemia paralizó la actividad académica presencial pero sirvió para aprovechar al máximo las capacidades TIC para poder seguir formando. Tanto formadores como alumnos han tenido que aprender a raíz de esta pandemia a sacar el máximo “jugo” a aplicaciones y plataformas educativas en la nube”.