Monica Hidalgo Han sido tantos y tan rápida la sucesión de acontecimientos que casi no está habiendo tiempo a digerir las noticias que están afectando al conjunto de la economía, y al sector en particular. Una de las más graves es la relacionada con la cancelación de SIMO 2008, el estandarte y escaparate de la industria española de tecnologías de la información cuya organización, acorralada ante la huida en cadena de algunos de sus principales baluartes, tuvo que suspender in extremis la feria por excelencia del sector TIC.
Como coinciden en apreciar muchas fuentes del sector, lo peor de esta caída del cartel no son sus consecuencias inmediatas sino las que producirá a largo plazo y que ponen en riesgo su propia continuidad. Porque, con el corazón en la mano, ¿Alguien realmente cree que los decision maker de HP, Microsoft, Lenovo, Fujitsu Siemens desde sus sedes de Seattle, Palo Alto o Munich van a contemplar partidas destinadas a invertir en la edición 2009 de la feria española? No, y no es tan extraño. Valga de ejemplo la fulgurante caída del Comdex, el mayor evento planetario en materia TIC que llegó a convocar hasta ocho ediciones anuales y se convirtió en una marca multinacional de amplio prestigio. ¿Alguien se acuerda de esa feria? No. Es más, en su cancelación no medió una crisis internacional del calibre actual, sino más bien el colapso de un modelo ferial que, en su momento, dio muy buenos resultados pero que se truncó con el paso del tiempo.
¿Y ahora qué? Muchas son las voces que reconocen la caducidad de la fórmula de SIMO pero también asumen que es preciso mantener una cita de negocios global y anual en la que se relacionen con peor o mejor suerte oferta y demanda, fabricantes y usuarios, expositores y pymes, distribuidores y clientes, mayoristas y distribuidores. Ahora sólo cabe buscar fórmulas nuevas que den respuesta a las demandas del mercado y que ya están emergiendo a través de propuestas tan sólidas como Medpi, Mobile World Congress (el anterior salón 3GSM), Sonimag, Campus Party, la Conferencia internacional de software libre –con una cobertura on line impresionante- y las internacionales IFA, CES o el Broadband Forum, además del incombustible Cebit, que parece que aguanta todas las embestidas. En esta nueva dinámica el cambio de nombre también parece una necesidad imponderable. ¿Alguien se atreve a proponer nuevas marcas? Nosotros ya apostamos por una: TIC Spanish Congress.
Adiós SIMO, hola TIC Spanish Congress
Tras la cancelación de la feria TIC por excelencia del mercado español, muchas voces plantean la necesidad de un cambio de imagen y de marca.
Publicado el 03 Nov 2008
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