Agricultura inteligente para combatir el abandono rural

El 85% de la superficie productiva en España está en manos del pequeño y mediano agricultor, que no cuenta con los medios de los grandes productores para llevar acabo una buena gestión de sus cultivos

Publicado el 20 Feb 2019

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Actualmente el 90% del agua disponible en España se dedica a la agricultura de regadío. De los más de 15 millones de hectáreas cultivables, lo que supone casi un tercio del territorio nacional, el 85% de la superficie productiva está en manos del pequeño agricultor y la pyme. Mientras los grandes productores tienen sistemas de gestión del agua que les permite controlar cada etapa de su producción, estas tecnologías no son accesibles a estos colectivos y, como consecuencia, se desperdicia agua de riego por una mala gestión que se traduce en una pérdida de productividad y un deterioro para el medio ambiente.

Por este motivo, la startup agrotechPRISMAB ofrece una solución al pequeño y mediano agricultor con la que puede reducir hasta un 30% anual de agua y fertilizantes. A través de una red de sensores avanzados de última generaciónconectados a internet y una app el agricultor puede conocer, en tiempo real, los parámetros más importantes para la toma de decisión, como la cantidad de agua disponible en el suelo, salinidad, temperatura, etc.

A través de la app móvil, el agricultor puede poner alertas que le avisen de: humedad baja, conductividad alta, aviso de precipitación, etc… Además, PRISMAB le envía mensualmente un informe detallado sobre los riegos que ha realizado. En definitiva, el agricultor puede acceder a todos sus datos y conocer el estado de su cultivo en remoto, sin tener que desplazarse continuamente para controlarlo.

Este sistema incluye, por un lado, sensores de suelo que miden la cantidad de agua disponible en el suelo y la salinidad. Además, mide la fuerza que tiene que hacer la raíz para absorber el agua.

Por otro lado, están los sensores de clima, que miden la humedad, temperatura ambiente la presión barométrica o la humectación de la hoja (un sensor que simula ser una hoja y mide el rocío que se posa en ella, que es muy dañino para el fruto).

Y, además, están los sensores de “metering” y “submetering” que lo que hacen es conectarse al contador de agua para conocer los consumos o medir los caudales que pasan en cada sector de riego.

Esta tecnología pretende democratizar el acceso de la tecnología básica a los pequeños y medianos agricultores, tal y como asegura, Antonio Pastor, CEO de PRISMAB. “Nuestra misión es incorporar al mundo de las nuevas tecnologías, de la gestión 4.0, a agricultores que hasta ahora no lo han hecho tanto por coste como por dificultad de manejo. Queremos que haya una menor tasa de abandono por parte de los pequeños y medianos productores y que sea más atractivo el relevo generacional dentro del sector”. Porque la realidad no es nada halagüeña para el entorno rural. Los últimos datos que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística aseguran que más del 50% del territorio español está en serio riesgo de despoblación.

Para poder llevar a cabo un mayor impacto medioambiental y social gracias a su tecnología, PRISMAB ha abierto una ronda de inversión participativa a través de la plataforma de impacto social, Bolsa Social, para seguir creciendo, reducir costes de producción y mejorar su estructura comercial.

La previsión de la agrotech para 2019 es instalar más de 1000 sensores, lo que les convertirá en líderes en velocidad de integración de esta tecnología en la agricultura.

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Redacción TICPymes

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