La digitalización ha cambiado la forma en la que entendemos el trabajo y la relación de las empresas con sus clientes. La implantación de tecnologías innovadoras y el trabajo en la nube hace que trabajos que antes llevaban varios meses de trabajo se reduzcan a semanas. Además, los últimos años han hecho a las empresas más conscientes de sus vulnerabilidad, obligándolas a ser más reactivas ante los cambios. Es por eso que cada vez más compañías apuestan por contratar tecnologías y proyectos “as a service” antes que los modelos de trabajo tradicionales mucho más rígidos.
Los modelos “as a service” son aquellos en los que los servicios de TI se plantean como plataformas online en la nube y en las que el cliente paga únicamente por lo que utiliza, ya sea como modelos de suscripción o de pago por uso. Esto puede aplicarse en multitud de aplicaciones, llegando a hablar Software as a Service (SaaS), Plataformas as a Service (PaaS), Infraestructuras as a Service (IaaS) o CISO as a Service (CISOaaS), aunque recientemente es común escuchar hablar de “Everything as a Service (XaaS). Se trata de que las compañías no tengan que poner en marcha un departamento informático propio, sino que puedan contratarlo en función de sus necesidades, tal y como afirmaba la firma McKinsey ya en 2016, que apuntaba que la tendencia es que las empresas pasen “de construir TI a consumir TI” Entelgy, The BusinessTech Consultancy, como experto en implantación de tecnologías digitales en nuestro país, nos cuenta cuales son los beneficios de comenzar a aplicar estos modelos de trabajo:
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Reducción de costes
Al contratar tecnologías cómo servicio estamos ahorrando en los costes iniciales, que desaparecen, ya que será el proveedor quien se responsabiliza de los gastos de licencia y mantenimiento. A la vez, permite a las empresas conocer previamente el mapa tecnológico de su migración a la nube y adaptar sus tecnologías a sus necesidades, es decir, en función de la potencia, el espacio o incluso los servicios que se necesiten en cada momento.
Estos modelos están basados en la escalabilidad, es decir, los proveedores se apoyan en su capacidad de dar servicio a un gran número de usuarios para amortizar los gastos del mismo. De esta manera, el modelo es económicamente beneficioso para ambas partes
TI para aportar valor a Negocio
Por su parte, al recaer en el proveedor todas las tareas de mantenimiento, los equipos de TI interno dejan de invertir su tiempo en solucionar problemas del día a día de los trabajadores, pudiendo dedicarlo a tareas de más valor añadido, como por ejemplo, protección contra ciberdelincuentes. Además, al tratarse de aplicaciones y plataformas en línea, las
actualizaciones se realizan de manera automática, sin que esto suponga una dificultad para los trabajadores, que de otra forma tienden a ignorar estas actualizaciones, comprometiendo la seguridad de la empresa.
Acceso total y personalización
Una de las ventajas más notables del trabajo en la nube es la capacidad de acceder al trabajo en cualquier lugar, independientemente del dispositivo. De la misma manera ocurre con los productos tecnológicos “as a service”, su tecnología permite utilizarse desde cualquier dispositivo, sin necesidad de ningún tipo de instalación previa.
Además, en este tipo de modelos de servicio, los clientes tienen la capacidad de solicitar modificaciones para adaptarse a sus necesidades. Esto permite hacer la oferta de los proveedores de servicios mucho más personalizada, dando un mejor servicio a sus clientes.
“Nos estamos encaminando hacia modelos de negocio mucho más eficientes, porque la manera de entender las tecnologías por parte de las empresas ha cambiado. Todas las empresas a día de hoy coinciden en que necesitan tecnología para triunfar, pero también saben que no es necesario digitalizar sin un plan y que no todas las compañías necesitan los mismos servicios. En los próximos años los modelos “as a service” serán clave en la contratación de servicios de TI” comentaban desde Entelgy sobre esta nueva tendencia.