Como suele ocurrir en muchas ocasiones con la familia de sistemas operativos Windows, muchas tareas se resuelven directamente utilizando una tecla (o una combinación de ellas) sustituyendo todo el trabajoso movimiento del ratón por la rapidez de un dedo.
En esta ocasión, tan sólo tenemos que utilizar la tecla «F2» sobre el archivo en cuestión y veremos cómo se acelera el proceso de cambio. Escribimos el nuevo nombre y pulsamos «Enter» para hacer efectivo el renombrado del fichero.