Esta tecnología brinda una utilización mucho más eficaz de los recursos (memoria, almacenamiento, procesamiento, etc.), al dotar únicamente de los recursos necesarios para la empresa en todo momento.
Así pues, se trata de un espacio en el que es posible reunir distintos tipos de aplicaciones y contenidos, sin tener que poseer la infraestructura que lo sustente, puesto que de ello se ocupa el proveedor, que es el que elabora, mejora y mantiene todo lo relacionado con la plataforma.
Como se puede observar en la siguiente infografía de SAGE sobre los servicios en la nube, los beneficios del cloud para las empresas son cuantiosos y esta opción tecnológica está introduciéndose cada vez más en compañías de diferentes envergaduras y de cualquier sector industrial. Destacan las siguientes ventajas:
– Movilidad y fácil acceso: permite acceder a los servicios desde cualquier lugar del mundo, solo hace falta un dispositivo móvil o fijo y conexión a Internet.
– Menos costes: disminuye considerablemente los gastos en infraestructuras, mantenimiento, licencias y personal técnico.
– Abono por uso: dependiendo de lo que la compañía solicite en cada momento.
– Tecnología completamente segura y actualizada: el proveedor se ocupa de actualizar y renovar los sistemas. Asimismo, se encarga de la protección de datos y de la seguridad de la información.
– Escalabilidad: la empresa puede ir evolucionando de aplicaciones más simples a otras más complejas y personalizadas.
Los informes comerciales arrojan cifras astronómicas en cuanto al impacto que está teniendo la nube informática a nivel mundial. Se espera una inversión 100 billones de dólares para el 2014. Y en las pymes españolas la presencia del cloud computing es inminente: en el 2012 su actividad generó 3.049 millones de euros, lo que equivale al 2% del producto interior bruto.
