El presidente CEPES, Juan Antonio Pedreño, ha reclamado “un gran pacto por el empleo para impulsar la reactivación de la economía en el que se contemple la diversidad y el pluralismo de todas las formas de empresa que actúan en el mercado”.
Pedreño ha realizado estas declaraciones durante el acto de clausura de la XXIII Asamblea General de CEPES, celebrada en el Palacio de Cibeles de Madrid, en la que también estuvieron la vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; y el ministro de Trabajo, Empleo y de la Economía Social y Solidaria de Luxemburgo, Nicolas Schmit.
La vicepresidenta del Gobierno ha afirmado que “es el momento de la Economía Social”, lema de la Asamblea de CEPES y aspecto en el que coincidieron también Pedreño y Schmit, “porque la Economía Social es sinónimo de estabilidad y calidad en el empleo”. Sáenz de Santamaría ha puntualizado que la Economía Social “representa un modelo en el que prima la persona” y constituye “un elemento clave para generar empleo y cohesión social, por lo que será una apuesta de este Gobierno”.
Sáenz de Santamaría ha anunciado medidas de impulso a la Economía Social, como el nombramiento de CEPES como agente del Programa Operativo de los Fondos Estructurales del FSE o la futura “Ley de Fomento y Promoción del Trabajo Autónomo y de la Economía Social que se aprobará en las próximas semanas”.
Esta ley constará de tres grandes objetivos: fomentar la incorporación de trabajadores a empresas de Economía Social, beneficiar a entidades sociales al ampliar las reservas en la licitación pública (hasta ahora limitadas a Centros Especiales de Empleo) y facilitar el acceso al empleo a los trabajadores con mayores dificultades de inserción laboral.
“Ahora que empieza a consolidarse el crecimiento económico, la fortaleza de las empresas de la Economía Social se traduce en creación de empleo más sólido y más ágil”, ha destacado Sáenz de Santamaría
En este sentido, Sáenz de Santamaría ha recordado que las empresas de la Economía Social han destruido casi 7 puntos menos de empleo que otras fórmulas empresariales y, además, ha creado en los últimos seis años más de 29.000 empresas y 190.000 empleos.